La víspera Morales, que lleva en la presidencia de Bolivia desde 2006, dimitió en medio de violentas protestas y tras la petición expresa por parte de la Policía y las Fuerzas Armadas.
"No queda nada claro quién será el candidato opositor en los comicios presidenciales, (...) Carlos Mesa seguramente participará en las elecciones, pero no estoy seguro de que las gane", dijo el experto.
Según el politólogo, "Mesa no desempeñó el papel activo que se esperaba de él durante las protestas, no dirigió las protestas callejeras".
"Muchos quedaron descontentos por eso, y consideran que él no se puso a prueba y está tratando de aprovecharse de los resultados de la labor de otros", subrayó Jeifets.
Para el catedrático, el verdadero líder de la protestas callejeras fue el conservador Luis Camacho, y por eso en unas elecciones los votos de muchos manifestantes no serían a favor de Mesa, sino en contra de Morales.
El experto ruso advirtió que los sucesos en este país pueden seguir varios guiones diferentes, que no pueden saberse de antemano.
"Por el momento, el único guión que se está plasmando no es ni siquiera el del restablecimiento de la democracia, sino el de la revancha: el incendio de los domicilios de los partidarios del activista, el arresto del jefe de la comisión electoral, todo eso hace pensar en el revanchismo y en intentos de dar marcha atrás a la situación", denunció.
La víspera varios altos funcionarios anunciaron su renuncia debido a las amenazas recibidas y los ataques contra sus familiares.
El Ejército boliviano, que previamente se negó a actuar contra los manifestantes, autorizó el uso de la fuerza contra grupos armados ilegales en medio de la creciente violencia callejera.