De acuerdo a un informe de la Conferencia de la ONU sobre Comercio y Desarrollo (Unctad, por sus siglas en inglés), lo más probable es que la guerra arancelaria iniciada por EEUU contra China en 2018 deteriore aún más la situación de ambas potencias.
Los datos recogidos en los primeros seis meses de 2019 reflejan que el costo de esta tirantez va a parar directo al bolsillo de los estadounidenses, quienes ya están pagando los aranceles en su consumo diario, así como las empresas importadoras.
Otra de las revelaciones de la investigación, y una de las consecuencias más sentidas de esta contienda económica, es que el 63% de las pérdidas chinas se desviaron a terceros países. Taiwán, México, la Unión Europea, y Vietnam figuran entre los beneficiados.
Sin embargo, Pamela Coke Hamilton, directora de Comercio Internacional de Unctad, indicó en el informe que "una guerra comercial en una situación de pérdidas compromete la estabilidad de la economía global y el crecimiento futuro" y espera que un "posible acuerdo pueda reducir las tensiones".