Los dos clérigos se reunieron en Moscú. El 3 de noviembre, el patriarca Kiril elevó a Jean al rango de metropolitano.
Junto con él, 60 parroquias europeas y unos 90 clérigos se unieron a la Iglesia ortodoxa rusa.
"Alrededor de 10 parroquias permanecieron en el Patriarcado de Constantinopla, otras aún están pensando qué hacer", agregó el metropolitano Jean, procedente de Francia.
Como explicó al diario ruso Izvestia el obispo Savva del Patriarcado de Moscú, la Iglesia ortodoxa rusa finalmente curó las heridas, causadas tras la revolución de 1917 en Rusia y la división de las Iglesias rusas.
Recordó que como resultado de los acontecimientos revolucionarios de 1917 y el establecimiento del poder soviético en Rusia, surgieron tres jurisdicciones: el Patriarcado de Moscú, la Iglesia ortodoxa rusa fuera de Rusia y la Archidiócesis de Iglesias Ortodoxas Rusas en Europa Occidental.
"Desde el punto de vista del futuro, la Iglesia rusa se enriquece por un feudo tal vez no muy grande para los estándares de toda Rusia (hay alrededor de 40.000 clérigos en la Iglesia ortodoxa rusa y solo alrededor de 100 en Europa Occidental), pero este es un feudo eclesiástico con una historia y tradiciones muy ricas. El enriquecimiento con tradiciones siempre es bueno", agregó Savva.
Según él, hoy en día, la Archidiócesis une a los descendientes de la emigración rusa de la 'primera ola', a los desplazados de la Segunda Guerra Mundial, así como a los ortodoxos franceses, británicos, serbios, rumanos, alemanes, holandeses, belgas. Pero sus tradiciones litúrgicas se remontan a las tradiciones rusas prerrevolucionarias.
La Iglesia ortodoxa de Constantinopla tomó esta decisión en 2018, aboliendo la Archidiócesis de Iglesias Ortodoxas Rusas como su Exarcado.
El mismo año Moscú rompió sus relaciones eclesiásticas con Constantinopla.