"Ahora me doy cuenta, mientras exista el imperialismo, el capitalismo, la lucha seguirá, eso no dudo (...) nos quieren traer injusticia con la violencia", afirmó el gobernante ante millares de manifestantes oficialistas convocados por la Central Obrera Boliviana en una plaza céntrica de La Paz.
Fue la mayor concentración progubernamental en las poco más de dos semanas de conflicto poselectoral, que rivalizaba con una serie de también masivos cabildos o asambleas populares en Santa Cruz (este), plaza fuerte de la oposición que tras denunciar originalmente un supuesto fraude exige ahora la renuncia de Morales y nuevos comicios.
"Estos paros so pretexto de fraude son para dañar la economía, quieren destruir la liberación económica que viene de la liberación política, que a su vez viene de la liberación social y cultural", afirmó Morales, defendiendo "la victoria democrática del pueblo boliviano" en las recientes elecciones.
El gobernante, quien iniciaría el 22 de enero venidero un cuarto mandato consecutivo, afirmó que estaba "segurísimo" de que la oposición conservadora pretende anular los avances económicos y sociales de su Gobierno popular.
"Para llegar donde llegamos ¿qué hicimos? Democráticamente recuperar la patria y construir una nueva Bolivia. Ahora los opositores quieren destrozar lo que hemos hecho con mucho esfuerzo, con mucha lucha, (porque) la lucha nunca terminará mientras no haya igualdad, mientras haya injusticia", afirmó.
Morales advirtió contra los riesgos que en su criterio conllevaría el cambio del modelo económico estatista actual por uno neoliberal impuesto por el Fondo Monetario Internacional (FMI), poniendo como ejemplo los "tantos muertos" dejados por las recientes protestas populares en Ecuador y Chile.
Morales saludó la actuación mesurada de la Policía ante los disturbios, en especial los bloqueos de calles, aunque la semana pasada un choque entre bloqueadores opositores y manifestantes oficialistas dejó dos muertos por disparos de armas de fuego.
El presidente boliviano pidió finalmente a sus seguidores "no entrar en la provocación".
Tras la concentración, millares de mineros y campesinos retomaron posiciones en proximidades a la sede presidencial, en actitud de resguardo ante los cercos iniciados por grupos opositores contra instituciones estatales en todo el país.
Las protestas opositoras incluyen también, a partir de este 5 de noviembre, intentos de cierres de las fronteras.