"Pido disculpas a quien por ventura haya entendido que estoy estudiando el retorno del AI-5 o haya pensado que el Gobierno, de alguna manera, estaría estudiando cualquier medida en ese sentido; esa posibilidad no existe, ahora bien, hay mucho de malinterpretación de lo que dije", aseguró el político en declaraciones a un programa de televisión de la cadena Band.
En cualquier caso, el diputado, citando las protestas de Chile, dijo que si la izquierda se "radicalizase" en Brasil "alguna medida sería tomada".
"Quizá haya sido infeliz al hablar del AI-5 porque no existe ninguna posibilidad de retorno del AI-5, pero, en en ese escenario (protestas como las de Chile) el Gobierno tiene que tomar las riendas de la situación", añadió.
El AI-5 inauguró, en 1968, el periodo más represivo de la dictadura brasileña; se anularon derechos civiles y políticos y se dio potestad al presidente para cerrar el Congreso Nacional, dando carta blanca a los militares para perseguir a los opositores al régimen.
Las palabras del diputado provocaron una ola de críticas de partidos políticos, jueces, entidades e incluso aliados.
El propio presidente también desautorizó a su hijo, diciendo que un nuevo AI-5 es impensable, pero poco después dijo que sus palabras fueron malinterpretadas.