"Pido a quienes están en paro y bloqueo, levantar y dar cuarto intermedio en sus movilizaciones hasta que la OEA y los delegados de tres países den su informe correspondiente", dijo el gobernante en conferencia de prensa, mientras seguían las movilizaciones a favor y en contra de su recién ganada reelección.
Esa auditoría debería confirmar o desmentir las denuncias opositoras de un presunto fraude a favor de Morales en los comicios del 20 de octubre y en perjuicio del expresidente Carlos Mesa, quien llamó a las movilizaciones opositoras de protesta que duraban ya 11 días.
Morales dijo que el trabajo de la OEA y la llegada de las fiestas de Todos Santos, el 1 de noviembre, y el Día de Difuntos, el 2 de noviembre, constituían "sobradas razones para dar cuarto intermedio en nuestros bloqueos y nuestros paros".
Además, puntualizó que su pedido iba dirigido tanto a los opositores que realizan paros, bloqueos y otras protestas urbanas contra el supuesto fraude como a los movimientos sociales que desde el pasado fin de semana han comenzado a bloquear carreteras y marchar hacia La Paz en respaldo del Gobierno.
"Para saber si hubo fraude o no tiene que haber alguien que pueda saber si hubo o no, un esclarecimiento", afirmó, aunque advirtiendo que "es una decisión del pueblo y del Estado hacer respetar los resultados del Tribunal Supremo Electoral".
El gobernante lamentó la muerte de dos vecinos de la ciudad de Montero (este) en enfrentamientos ocurridos el 30 de octubre y dijo que ordenó que el caso sea investigado y sancionado "caiga quien caiga".
"Ahora estamos enfrentados pero somos hermanos, tenemos la obligación de pacificar el país, trabajando por la justicia social y sobre todo por el desarrollo del pueblo boliviano", añadió.
La declaración de Morales se produjo horas antes de un "cabildo nacional" convocado por comités cívicos para demandar la anulación de las recientes elecciones y la convocatoria a nuevos comicios.