"El valor del material militar destruido rebasa los nueve millones. (…) Dinero que no es del Gobierno, no es dinero de las Fuerzas Armadas, ese dinero es del pueblo ecuatoriano", dijo Moreno en una reunión que mantuvo con militares que resultaron afectados en las recientes manifestaciones.
El presidente añadió que entre el material militar destruido se encuentran vehículos quemados, cascos, chalecos, máscaras antigás, escudos, toletes, lanzagranadas y trajes antimotines, que fueron robados o destruidos.
Agregó que, pese a que las Fuerzas Armadas "fueron objeto de emboscadas, de secuestros, agresiones físicas: una violencia inusitada nunca antes vista en el territorio ecuatoriano" recibieron la orden de respetar los derechos humanos y no usar armamento letal.
En la reunión, varios militares, que durante las protestas cumplieron misiones de apoyo para la seguridad ciudadana, relataron sobre secuestros y agresiones que sufrieron por parte de los manifestantes.
Durante la jornada del 28 de octubre, Lenín Moreno, también se reunió con Juan Gabriel Valdés, enviado del secretario general de la ONU, con el que habló sobre las protestas que convulsionaron el país y la participación de ese organismo como mediador.
"El presidente ha conversado con él; le ha enviado al secretario general de las Naciones Unidas (António Guterres) su agradecimiento por su preocupación sobre la situación en Ecuador, por su compromiso en los días de la crisis para actuar como facilitador y para actuar también en la búsqueda de posibles salidas como sucedió efectivamente", informó la ministra de Gobierno, María Paula Romo.
Valdés estuvo acompañado por Arnaud Peral, coordinador residente del Sistema de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Ecuador.
El funcionario añadió que el organismo respalda al Gobierno ecuatoriano.
De acuerdo con el último informe de la Defensoría del Pueblo, durante los 12 días de protestas hubo 10 fallecidos, 1.192 aprehensiones y 1.340 heridos.