"No hablar más del pasado". Ese fue el mensaje que dejó la reunión en la Casa Rosada (sede de Gobierno) entre el mandatario de salida y quien será su sucesor, en un tono conciliador que se aleja de la tensión que se mostró durante la campaña y que esquiva el concepto de "pesada herencia" al que están acostumbrados a escuchar los ciudadanos. Por ahora.
Esta mañana recibí en la Casa Rosada al presidente electo, Alberto Fernández. Mi equipo y yo estamos a disposición para trabajar juntos y lograr una transición democrática que beneficie a todos los argentinos pic.twitter.com/3lOTlNufdG
— Mauricio Macri (@mauriciomacri) October 28, 2019
"En el discurso de ayer, Fernández estuvo muy moderado y el que estuvo más confrontativo fue Axel Kicillof [gobernador electo de la provincia de Buenos Aires]. Ahí me parece que se repartieron un poco los roles de 'policía bueno y policía malo'. El Frente de Todos va a jugar con los dos discursos, por un lado el del acuerdo pero al mismo tiempo le va a echar la culpa a Macri de todo lo que hizo mal", dijo a Sputnik el analista político Julio Burdman.
Argentina, en los 36 años que tiene su jóven democracia desde el fin de la última dictadura militar (1976-1983), tiene un pasado de transiciones conflictivas. Ningún gobierno que no fuera peronista pudo terminar en término su mandato, por lo que romper con ese estigma sería histórico.
"La reunión tiene por objetivo cuidar algunas de las principales variables económicas y ver si es posible llegar hasta el 10 de diciembre y culminar el proceso tal cual lo establece la Constitución o si, como ya ocurrió con [los expresidentes Ricardo] Alfonsín [1983-1989] y [Fernando] De la Rúa [1999-2001] pudiera reeditarse en esta ocasión, lo cual no sería nada bueno", dijo a Sputnik el sociólogo y politólogo Atilio Borón.
Todavía está fresco el recuerdo de las disputas entre Macri y la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015), que frustraron el tradicional pase de mando y la entrega del bastón presidencial hace cuatro años. Esa foto hubiera sido "un acto de rendición", según escribió en su libro Sinceramente la ahora vicepresidenta electa.
Repercusiones a la elección
Con el nuevo "cepo" al dólar impuesto este lunes 28 octubre, que vuelve a parecerse más al que impuso la expresidenta en su segundo mandato, pasó de restringir la compra de divisa de 10.000 dólares por mes a 200 de forma electrónica o a solo 100 en efectivo. Las compras por tarjeta de crédito en el exterior no tienen límite.
La medida logró en su primer día el objetivo: el peso cortó una racha de 13 días de devaluaciones y se mantuvo por debajo de los 64 por cada billete estadounidense. El dólar paralelo o "blue" se vende a 73 pesos y supera en 20% la brecha con el oficial.
El Riesgo País, que mide la confiabilidad de un país de cumplir con sus obligaciones de deuda, subió más de 90 puntos para posicionarse en 2.236, la cifra más alta desde principios de septiembre.
Las expectativas sobre las medidas que tomará Fernández una vez asumido el cargo mantienen en suspenso el mercado. Por su parte, Kristalina Georgieva, titular del Fondo Monetario Internacional (FMI), principal acreedor de la deuda argentina, felicitó al presidente electo después de conocerse los resultados. Queda en dudas si se buscará el desembolso estipulado en el acuerdo o cuáles serán los caminos a seguir para un país desfinanciado.
Congratulations to President-elect @alferdez on his election! We look forward to engaging with his administration to tackle #Argentina’s economic challenges and promote inclusive and sustainable growth that benefits all Argentines.
— Kristalina Georgieva (@KGeorgieva) October 28, 2019