"Si bien durante los tiempos de la Unión Soviética todo el mundo sabía que los de la izquierda colaboraban con Moscú, en los últimos 30 años esto no es así (...) De esta forma se rompe la dicotomía histórica de que los de la izquierda eran los simpatizantes de Moscú y los de la derecha lo eran de Washington", afirmó Bondarenko.
El analista, observador en varias elecciones presidenciales en Europa, sostuvo que en ese continente los partidos de derecha colaboran con Rusia "un poco más" que la izquierda.
Un caso similar a ese escenario de Europa se da en Uruguay con el opositor Partido Nacional (centroderecha), la fuerza política que más chances tiene de ganar la presidencia en la segunda vuelta del 24 de noviembre, explicó.
"Sucede que, por ejemplo en Uruguay, el Partido Nacional en algunas circunstancias pudiese ser más aliado de Rusia que el gobernante Frente Amplio (centroizquierda); ya no existe esa tendencia de antes. Ahora en vez de asociar con izquierda y derecha, se asocia con la figura del presidente de EEUU, Donald Trump", afirmó Bondarenko.
La derrota del presidente Mauricio Macri en las elecciones argentinas es también una derrota para Trump, en su opinión.
Por otra parte, Rusia por primera vez en 30 años comienza a llegar a regiones donde no tenía presencia, como es el caso de África.
Bondarenko fue observador electoral en las elecciones generales que se celebraron simultáneamente el 27 de octubre en Uruguay y Argentina.
En Uruguay, el FA enfrenta las elecciones más difíciles de los últimos 15 años, pues perdió la mayoría parlamentaria y corre riesgo de perder también la presidencia en el balotaje.

En Argentina el candidato del opositor Frente de Todos (centroizquierda) Alberto Fernández ganó las elecciones generales con el 48,1% de los votos, derrotando al presidente Mauricio Macri, que aspiraba a su reelección por otros cuatro años, pero obtuvo el 40,3% de los sufragios.