"Lo que está haciendo ahora Washington —el capturar y el mantener bajo su control armado los campos petroleros en el este de Siria— es, de hecho, un saqueo a nivel internacional perpetrado por un Estado", afirmó Konashénkov al comentar la declaración del Pentágono sobre la necesidad de mantener a los militares de EEUU en el este de Siria para proteger los pozos petroleros de los terroristas de ISIS (o Estado Islámico, proscrito en Rusia).
El motivo real de esas "acciones ilícitas" de EEUU en Siria "poco tiene que ver con los ideales de la libertad y las consignas de la lucha antiterrorista esgrimidos por Washington", apuntó el militar ruso.
Así, las imágenes satelitales obtenidas por el ente castrense ruso revelan que "la extracción del petróleo sirio bajo el amparo de los militares de EEUU, y su transporte en camiones cisterna fuera del territorio de Siria para su ulterior refinación no paró antes ni tampoco después de la derrota de ISIS al este del Éufrates".
"Protegidos por los militares estadounidenses y los agentes de las empresas militares privadas de EEUU, los camiones cisterna se dirigen de contrabando del este de Siria a otros países; todo ataque a esas caravanas se ataja de inmediato por las fuerzas de operaciones especiales y la aviación de combate de EEUU", afirmó Konashénkov.
Incluso la producción del petróleo en la zona controlada por EEUU "se lleva a cabo con los equipos suministrados a Siria por las mayores corporaciones de Occidente esquivando las sanciones" propias de Washington.
"Los ingresos por el contrabando del petróleo sirio acaban en las cuentas de las empresas militares privadas estadounidenses y de los servicios secretos de EEUU", constató el portavoz militar ruso al tiempo de calcular que "dado que el petróleo sirio de contrabando se vende a 38 dólares el barril, las ganancias mensuales de este 'negocio privado' de las agencias federales norteamericanas exceden 30 millones de dólares".
En este contexto, "no es de extrañar la declaración del jefe del Pentágono, Mark Esper, sobre la supuesta necesidad de mantener la presencia del contingente militar estadounidense en el este de Siria 'para proteger los campos petrolíferos' de los 'terroristas de ISIS'", apostilló.
Konashénkov insistió que "no existe justificación legal alguna —ni en el derecho internacional, ni en la legislación del propio EEUU— para que los militares estadounidenses 'protejan' los campos de gas y petróleo sirios de Siria misma y de su pueblo".
"Todos los yacimientos de hidrocarburos y de otros recursos naturales, sin excepción alguna, no pertenecen a ISIS, ni mucho menos 'a los defensores estadounidenses anti-ISIS', sino le pertenecen sola y únicamente a la República Árabe Siria", enfatizó.