Tras reunirse con el jefe de Estado, Sebastián Piñera, el director del Instituto Nacional de Derechos Humanos [INDH], Sergio Miccó, señaló: "Hemos expresado al presidente de la República nuestra grave preocupación por la violación a los Derechos Humanos cometida durante estos días de protestas".
Pero no sólo desde ese lugar se abalanzaban contra el Gobierno chileno. José Miguel Vivanco, director para las Américas de Human Rights Watch, también tuvo algo que decir: "Piñera debería transmitir claramente a las fuerzas de seguridad chilenas que deben respetar los Derechos Humanos y asegurarse de que los agentes implicados en abusos sean investigados", dijo.
"Cuando tu sacas al Ejército a las calles, no lo sacas a pasearse, lo sacas para reprimir. Entonces puedes esperar cualquier cosa de la represión", asevera Hadwa.
We are deeply concerned by images of police brutality and protester violence in Chile. President Piñera should make clear the need to respect human rights. The justice system should ensure that those implicated in abuses are effectively investigated. https://t.co/HMedLqKVZl pic.twitter.com/PnBbh5Nu0d
— José Miguel Vivanco (@JMVivancoHRW) 22 октября 2019 г.
Y es que el contexto no puede ser más complicado desde que Piñera soltó a las calles a más de 20.000 efectivos de las fuerzas de orden, entre militares y policías. A pesar de eso, el jefe de Estado parece estar cada vez más lejos de tener la situación controlada.
Hadwa incide en que en esta situación que sufre el país andino han confluido varias cosas. "En primer lugar, el presidente [Sebastián Piñera] no es inocente de lo que está ocurriendo, puesto que él pidió la salida de los militares a la calle sin consultarlo con el Parlamento".
Entonces, surgió alguien de quien ya no se esperaba un pronunciamiento por haberse demorado tanto en hacerlo si se toma como referencia la celeridad con la que actuó en otros casos, en otros paíes: Michelle Bachelet. La expresidenta chilena y alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos anunció el envío a su país de una misión para investigar los abusos en la represión.
"Michelle Bachelet obtuvo su puesto en las Naciones Unidas producto de su buena relación con EEUU. Cuando era presidenta aprobó varios convenios con EEUU que atentaban contra la población chilena. EEUU tiene como principales aliados en América Latina a los presidentes de Brasil, Ecuador, Argentina y Chile. Y teniendo Michelle Bachelet muy buenas relaciones con los norteamericanos, yo veo difícil que las investigaciones se hagan aquí sean imparciales", sentencia Nicola Hadwa.