El actual desequilibrio fiscal representa el 4,6% del producto interior bruto (PIB) de EEUU. El año pasado, con 779.000 millones de dólares, era del 3,8% del PIB, según los datos del Departamento del Tesoro.
No obstante, desde la llegada del presidente Donald Trump a la Casa Blanca en 2017, se ha elevado casi un 50%, a pesar de un crecimiento económico sostenido por encima del 2% y el menor índice de desempleo en 50 años.
Los expertos coinciden en que este desequilibro se debe a la reducción de los impuestos y, por consiguiente, una caída en los ingresos públicos, además del aumento del gasto militar.
La economía más grande del mundo es también la más endeudada del mundo. En febrero de 2019, la deuda pública superó los 22 billones de dólares. Esto supone una cuenta por cobrar de más de 67.000 dólares por cada ciudadano estadounidense.