Se trata ya de la segunda fuente de renta al país después de la exportación de petróleo. Para el cierre de 2019, la consultora económica venezolana Ecoanalítica estima que la cifra de remesas llegaría a 3.700 millones de dólares. En 2016 este número era de 78 millones de dólares. La diáspora de venezolanos se calcula en alrededor de 4 millones de personas, que emigraron principalmente en los últimos tres años.
Remesas a #Venezuela, según @ecoanalitica:
— Mariano de Alba (@marianodealba) October 12, 2019
2016: $78 millones
2017: $1.138 millones
2018: $2.500 millones
2019 (estimado): $3.700 millones
"En Argentina hay muchas empresas de venezolanos que son kioscos que hacen envío de remesas. Ellos tienen contacto con empresas en Venezuela, tú le das el dinero y a una tasa que fluctúa hacen el cambio; el equivalente se lo transfieren a nuestros familiares en Venezuela en bolívares desde bancos locales", relató a Sputnik la joven Liliana, quien llegó al país rioplatense en 2017 y usa estos servicios con frecuencia.
Las "cuevas" o casas de cambio no registradas ofrecen servicios de remesas con una comisión, que puede ser alrededor de 5% cuando se trata de dólares en efectivo, o con una tasa de cambio determinada en el momento, si quien quiere enviar el dinero entrega pesos argentinos para el depósito de bolívares en una cuenta en Venezuela. La transacción demora unas horas.
La inmigrante venezolana explica que lo único que puede interferir es si por algún problema de conexión de Internet en Venezuela falla la red bancaria y no pueden transferir el dinero en el momento. Sin embargo, al tratarse de una transacción entre particulares, se basa en la confiabilidad de quienes hacen de intermediarios, ya que no existe un marco institucional que respalde la operación.
"Venezuela está dolarizada al punto que en cualquier lugar aceptan dólares como moneda local. Así que sí reciben efectivo en tiendas porque hay flujo de efectivo regular, el tema es adquirirlo localmente, porque es muchísimo dinero", dijo.
La particularidad de las remesas hacia Venezuela es que no suelen ingresar en forma de divisas, como ocurre en otros lados del mundo, ya que existe un estricto control sobre las transferencias internacionales y un tipo de cambio oficial que dista mucho del precio del dólar en el mercado paralelo, que es al que aspiran tanto quienes envían como los que lo reciben.
Exportación de fuerza productiva
No solo han aumentado los venezolanos viviendo en el exterior y enviando remesas sino que también crece la cantidad de dinero que envían. Mientras que en 2017 los emigrados mandaban un promedio mensual de 75 dólares, en 2019 está más cerca de los 100 dólares mensuales, según Ecoanalítica.
Una encuesta a 2.000 personas en Venezuela realizada por la empresa Consultores 21 en junio de 2019 arrojó que un 40% de la población ha recibido algún tipo de envío de dinero desde el exterior ocasionalmente, mientras que el 32% respondió que lo hace permanentemente.
Colombia es el principal receptor de migrantes, muchos de los cuales cruzan la frontera a pie, con Perú y Ecuador como segunda y tercera opción respectivamente. Más distantes y con contextos socioeconómicos muy distintos, Chile y Argentina han sido dos de los países escogidos por las juventudes de clase media, mientras que muchos de todos los estratos sociales también optan por Brasil a pesar de las barreras idiomáticas.