La victoria de Morales lo posiciona como un líder en su país con una ventaja de más del 10% con respecto al candidato más cercano, el opositor Carlos Mesa. Esto significa que el exdirigente cocalero continúa siendo el presidente que mejor conectado está con sus ciudadanos y también con sus problemas y necesidades cotidianas.
De hecho, datos presentados por el Ministerio de Economía y Finanzas boliviano estiman que el PIB del país cerrará con la cifra de 44.921 millones de dólares en 2019, lo que significa un incremento cercano al 5%. Con esos números, la cartera posiciona a Bolivia entre los líderes económicos de América Latina.
Entre los aspectos que han contribuído a este acelerado crecimiento, CELAG reconoce el implemento de medidas contracíclicas como la inversión pública, la política social redistributiva de las ganancias, la recuperación parcial del precio de los hidrocarburos y la calidad y competencia de la agricultura boliviana.
Otro hecho importante que hace de Bolivia un oasis en medio del caos económico regional, son las grandes reservas internacionales alcanzadas en estos 14 años de gestión que han contribuido a mantener la estabilidad monetaria y a que el país disponga de recursos, según el centro de estudios.
Esto ha repercutido en la aceleración de la actividad económica, la estabilidad de los precios y la evolución favorable del desempleo, aspectos en los que los bolivianos pueden considerarse privilegiados si miran las realidades y los números rojos de los países vecinos.
En el análisis del director de CELAG, Alfredo Serrano, doctor en economía por la Universidad Autónoma de Barcelona, "aunque una parte de la ciudadanía no votase a Evo, lo que desea es continuar con su vida de la manera más normal posible". A su juicio, la estabilidad económica de Bolivia respalda el liderazgo de Evo Morales.