"Es una cuestión de Estado sacarlos", dijo la ministra española de Justicia, Dolores Delgado, en una entrevista concedida a la Cadena SER.
La ministra explicó que existe un "problema físico" para exhumar a esas personas porque el Valle de los Caídos "es un espacio con mucha humedad que ha dado lugar a una degradación enorme de las tumbas".
No obstante, Delgado incide en que "es nuestra obligación exhumar y entregar las víctimas a sus familias para que puedan darles un entierro digno como el que ha tenido hoy el dictador".
Actualmente contiene los restos mortales de casi 34.000 combatientes en la Guerra Civil, de los cuáles más de 21.000 están identificados —la mayoría combatientes del bando sublevado— mientras que otros 12.000 pertenecen a personas desconocidas, en su mayoría integrantes del bando republicano trasladados hasta allí desde distintas fosas comunes.
El Gobierno celebró la exhumación de Franco llevada a cabo el 24 de octubre como un acontecimiento "histórico" y un "homenaje a la dignidad democrática y la memoria de las víctimas".
Pese a ello, el Ejecutivo dice ser consciente de la necesidad de seguir realizando actos de reparación.
Dolores Delgado señala que los expertos consultados por el Gobierno estiman que "en una legislatura y media seríamos capaces de exhumar a todos los que están en fosas y cunetas y entregarlos a sus familias".
"Esto se podría hacer", apostilla.
Del mismo modo, el Gobierno ya tiene la vista puesta en los trabajos para que el Valle de los Caídos, una vez exhumado Franco, pueda ser resignificado y deje de ser un lugar de ensalzamiento del dictador.
La ministra de Justicia, en calidad de notaria mayor del Reino, fue la máxima representante del Gobierno presente en el proceso de exhumación.
Además de presenciar los trabajos para la retirada del féretro del dictador, Delgado también viajó en helicóptero junto a los restos de Franco durante el traslado al cementerio público en el que ahora se encuentra enterrado.
Delgado asegura que intentó mantener una "posición institucional" durante toda la jornada, pero también señala que le fue imposible eludir la parte "emotiva" del momento y que recordó las vivencias y testimonios de las víctimas mientras observaba el féretro del dictador.