"El ataque al monumento de Chávez expresa un sentimiento colectivo en un momento en que la política ha dejado de estar dominada solo por los datos y pasa a ser dominada por las sensaciones", dijo a la red privada de televisión RTP el analista político Marcelo Aruquipa.
Las protestas, con cercos y ataques a tribunales electorales regionales, dos de los cuales fueron quemados parcialmente, se acrecentaron en la noche pasada después de que los datos del sistema oficial de resultados preliminares de las elecciones del 20 de octubre dieron la victoria preliminar a Morales.
Al obtener Morales más de diez puntos porcentuales sobre su principal rival, el expresidente Carlos Mesa (2003-2005), quedaba descartada la posibilidad de una segunda vuelta que había surgido en los primeros cómputos publicados el mismo 20 de octubre.
Las redes de televisión y las redes digitales divulgaban profusamente las imágenes del ataque de manifestantes a la estatua de Chávez —de quien Morales es un declarado admirador— en Riberalta, ciudad amazónica a unos 1.000 kilómetros al noreste de La Paz.
Los desórdenes derivaron de "vigilias" o concentraciones en torno a los centros de cómputo convocadas por Mesa tras denunciar un "fraude monumental" en cuanto se divulgaron los datos que sugerían la reelección de Morales en primera vuelta.
Mesa, que denunciaba fraude a favor del oficialismo desde que Morales fue habilitado candidato a una tercera reelección a fines del año pasado, llamó a la "resistencia democrática" contra las supuestas irregularidades del conteo preliminar, que tiene solo valor referencial hasta que se concluya el cómputo oficial.
La misión de observación electoral de la Organización de Estados Americanos manifestó en la noche del 21 de octubre, en un comunicado, "su profunda preocupación y sorpresa" por la incertidumbre postelectoral.
La OEA llamó a respetar el voto ciudadano y no hizo mención a una invitación del Gobierno a que tanto los observadores como embajadores de varios países asistan personalmente a los cómputos, para despejar dudas sobre la transparencia del proceso.