"Por supuesto, se necesita un diálogo entre Turquía y la República Árabe Siria, estamos dispuestos a desempeñar un papel de apoyo y alentar tales contactos directos", dijo Lavrov en una rueda de prensa celebrada al termino de una reunión con su par de Bulgaria, Ekaterina Zaharieva.
El ministro ruso apuntó que este diálogo debe basarse en el acuerdo de Adana firmado entre Turquía y Siria en el año 1998 con el fin de cooperar en la lucha contra el terrorismo, en particular contra la extensión del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).
"Tenemos un enfoque que promovemos abiertamente y consideramos óptimo en la situación actual, que consiste en lograr que todas las estructuras kurdas en el territorio sirio estén incluidas en el campo legal, en la Constitución siria, para que en el territorio de Siria no haya grupos armados ilegales y de esa zona no provenga ninguna amenaza a la seguridad de Turquía ni de otros países", dijo el canciller ruso.
Lavrov destacó que resulta imprescindible que Damasco debata con los kurdos la situación en la zona.
La operación, llamada Fuente de Paz, apunta contra las formaciones lideradas por los kurdos, entre ellas las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), las milicias del PYD y las YPG que dominan el noreste sirio y a las que Turquía vincula con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), al que considera terrorista.
Decenas de países condenaron la ofensiva turca al tacharla de "agresión" que viola la soberanía e integridad territorial de Siria.