Los científicos estadounidenses llevaron a cabo una investigación de las causas y los mecanismos de una serie de terremotos que azotaron el sur de California en julio de este año.
"Terminó siendo una de las secuencias de terremotos mejor documentadas de la historia", comentó Zachary Ross, profesor asistente de geofísica en Caltech y autor principal del artículo publicado en la revista Science.
Las rupturas del Ridgecrest terminaron a pocos kilómetros de la Falla de Garlock, una importante falla que recorre más de 300 kilómetros desde la Falla de San Andrés hasta el Valle de la Muerte, dice el comunicado del laboratorio de Propulsión a Reacción de la NASA.
La falla ha permanecido relativamente tranquila durante los últimos 500 años, pero la tensión ejercida por la actividad sísmica la hizo empezar a moverse lentamente y deslizarse dos centímetros desde julio.
Al mismo tiempo, el estudio proporciona evidencias de que los grandes terremotos pueden ocurrir de una manera más compleja de lo que se piensa comúnmente.
Sin embargo, la secuencia de Ridgecrest involucró cerca de 20 pequeñas fallas desconocidas anteriormente, que se entrecruzan en una zona geométricamente compleja y geológicamente joven.
"Me sorprendió ver cuánta complejidad había y el número de fallas que se rompieron", dijo el coautor del laboratorio de la NASA, Eric Fielding.
La investigación ilustra lo poco que todavía entendemos acerca de los terremotos y el pronóstico de la peligrosidad sísmica.
"No podemos asumir que las fallas más grandes dominen la amenaza sísmica si muchas fallas más pequeñas pueden unirse para crear estos grandes terremotos", comentó Ross.