Guzmán López había sido detenido el 17 de octubre en la ciudad de Culiacán, capital del estado de Sinaloa (noroeste), lo que desencadenó ataques de parte de grupos armados en varias zonas de la ciudad.
Sinaloa es el estado natal de Guzmán Loera, quien purga una condena de cadena perpetua en una prisión de EEUU, tras ser condenado por una corte de Nueva York.
"Esta decisión se tomó para proteger a los ciudadanos, no se puede apagar el fuego con el fuego, es la diferencia de nuestra estrategia en relación a lo que han hecho anteriores gobiernos, no queremos muertos, no queremos la guerra, les cuesta trabajo entenderlo a muchos", prosiguió el jefe de Estado en conferencia de prensa.
📽️ #MAÑANERA |«Esta decisión se tomó para proteger a los ciudadanos, no se puede apagar el fuego con el fuego. Nosotros no queremos muertos, no queremos la guerra, esto le cuesta trabajo entenderlo a muchos», dijo @lopezobrador_.
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La estrategia que se estaba aplicando en las administraciones anteriores "convirtió al país en un cementerio", añadió López Obrador.
"Nada por la fuerza, todo por la razón y el derecho", expresó el mandatario.
El jefe del Ejecutivo fue informado el 17 de octubre del caos desatado por los acontecimientos en esa ciudad, donde vive casi un millón de personas.
López Obrador descartó que la liberación del personaje señalado de ser uno de los herederos del Cartel de Sinaloa fundado por su padre, muestre una debilidad del Estado mexicano.
Esa percepción "es una conjetura de los expertos, sobre todo de nuestros adversarios; se trató de un operativo que llevó a cabo el Ejército a partir de una orden de aprehensión de un presunto delincuente (...), hubo una reacción muy violenta y se ponían en riesgo la vida de mucha gente", enfatizó.
Ovidio Guzmán, de 28 años, fue acusado hace un año por el departamento de Justicia de EEUU de "conspiración para traficar cocaína, metanfetaminas y marihuana" desde México a EEUU entre 2008 y 2018.