El Comité Noruego del Nobel anunció este 11 de octubre que otorga el premio de la Paz 2019 al primer ministro de Etiopía, Abiy Ahmed Ali, destacando el acuerdo de paz que firmó con el presidente de Eritrea, Isaias Afwerki, así como su contribución a la normalización de las relaciones entre Eritrea y Yibuti, sus esfuerzos de mediación en la disputa territorial entre Kenia y Somalia, y su papel en el trabajo para conseguir el acuerdo para la transición democrática en Sudán.
"Ella merece el premio no menos que los demás candidatos, pero desde el punto de vista humano es un alivio que no lo haya obtenido", dijo Smith.
El analista recordó "los comentarios negativos dirigidos en contra de ella y su familia de gente descontenta con su campaña", y señaló que, en caso de que le hubieran entregado el galardón, esa presión hubiese aumentado todavía más.
"Es una oradora muy eficaz, inspira a las personas y creo que hace frente a toda la atención y la presión de los demás con gran gracia e inteligencia", aseguró el experto.
Thunberg es una sueca de 16 años que ha saltado a la fama por su lucha contra el cambio climático al frente del movimiento global Friday for Future (Viernes por el Futuro).
El pasado 23 de septiembre, en la Cumbre de Acción Climática de la ONU, la adolescente increpó a los líderes mundiales por sus "promesas vacías" al no impulsar políticas que reviertan la crisis ambiental.
"Si fuera uno de sus padres, me alegraría de que ella no hubiera recibido hoy ese premio, ella es una chica joven, todavía debe crecer, y eso puede resultar difícil si eres el foco de atención", resumió Smith.
El premio Nobel de la Paz está dotado con nueve millones de coronas suecas, o más de 912.000 dólares, y se entregará en Oslo el 10 de diciembre.