Cuando dejó Cuba en 2015, Yandy Núñez ni siquiera había escalado el Pico Turquino. Considerada la montaña más alta de la isla con sus 1.974 metros, el Turquino es la meca de los montañistas cubanos, ubicada en plena Cordillera de la Sierra Maestra, al este del país. Pero a Núñez, en aquel entonces, no le interesaba escalar. Todavía.
"Fue pasito a pasito como reconocí en mí algo que no conocía: el mundo del montañismo", recordó. Al punto que se anotó en las filas del Equipo de Rescate de Islandia donde aprendió técnicas de supervivencia, rescate y autorescate. Pero esto no fue suficiente.
Mientras cursaba este entrenamiento, Núñez contactó con una agencia de guías de expediciones a altas montañas. Fue como parte de este equipo de guías que ascendió 57 elevaciones islandesas, entre ellas las dos más altas del país: Hvannadalshnjúkur, con 2.110 metros de altura y el Birnudalstindur, con 1317 metros.
Así llegó la primera meta internacional. El día 14 de julio de 2019, Núñez estaba haciendo cima en Mont Blanc, de Francia. "Yo me dije que si lograba escalar el Mont Blanc este sería solo el inicio de lo que hoy es mi gran sueño: poner la bandera de Cuba en cada cima importante del planeta. Y ha sido así", completó el cubano.
El Mont Blanc era solo un primer paso antes de conquistar la montaña más alta de Europa. Núñez bajó del Mont Blanc y ya estaba pensando en el Elbrús de Rusia. Así llegó en septiembre a la cordillera Caucásica —la cual, junto con los montes Urales, marca la frontera tradicionalmente aceptada entre Europa y Asia.
"Como no entendía nada de ruso, decidí contactar con una empresa que se dedica a asistir a los montañistas en el Elbrús y, la verdad, la atención fue espectacular. Ellos me dieron muchas condiciones, además del servicio de guía", contó.
"Cuando estaba en los preparativos para el Elbrús me sentí bastante asustado porque era Rusia y me imaginaba un frío violento, pero la verdad fue todo lo contrario. Ese día había menos 20 grados y casi no los sentí porque estaba afuera el Sol, aunque el viento siempre golpeó más", detalló.
Después de haber conquistado Europa, nada detiene este cubano en su sueño hasta el mirador del mundo: el Monte Everest. Pero antes de llegar a Asia, Núñez pretende hacer su periplo por América Latina. A finales de diciembre junto a un grupo de montañistas mexicanos, el cubano intentará escalar el Aconcagua, la cima más elevada de América con 6.960 metros de altura.
Para conquistar la cima de una montaña Núñez asegura que lo primero es vencer el miedo, pero también hay que sentir pasión por un objetivo, y esa fuerza para él sale de lo que representa su país de origen: Cuba.
Convertirse en el primer cubano que alcance las cimas más elevadas del mundo tampoco es coser y cantar. Cada expedición lleva además de entrenamiento físico y equipamiento, una importante suma de dinero en gastos de viaje. Sólo el presupuesto para el Everest supera los 45.000 dólares. Pero los sueños no tienen precio.