La República Islámica de Pakistán es el único país musulmán que posee un arma atómica desde hace ya más de 30 años. Además, siendo un Estado islámico, Turquía también mostraba su interés hacia este tipo de armas. Osama bin Laden tampoco rechazó del arma nuclear por sus ideas religiosas. De hecho, según su interpretación del Corán, el libro sagrado declara que poseer la bomba atómica significa asegurarse el honor y la gloria para la confesión musulmana.
"Alí Jamenei muchas veces decía que la bomba atómica es el arma de diablo", agregó el clérigo.
Utilizar cualquier arma de destrucción masiva —incluso el arma nuclear— en Irán se considera jarám, que en árabe significa acción prohibida y el mayor pecado, señaló el ayatolá iraní el 9 de octubre.
"La ciencia nuclear es útil, pero como no está relacionada con el amor a la humanidad, provocó desastres nucleares. La ciencia, si no se combina con un enfoque intelectual honesto, se volverá peligrosa", destacó Alí Jamenei.
Un átomo, diferentes visiones
Las diferencias confesionales son la razón principal de esta posición iraní, explica el periódico ruso Vzglyad.
A pesar de las declaraciones pacíficas por parte de Irán, EEUU y sus aliados sospechan desde hace tiempo que el Estado está desarrollando la bomba nuclear bajo su programa pacífico Átomos para la Paz. De hecho, la Administración de Trump ha culpado directamente a Irán de estar enriqueciendo uranio. Motivo por el que introdujo una batería de sanciones contra el país.