Hasta el 70% de las transacciones comerciales mundiales se realizan actualmente en dólares, pero la posición de la moneda estadounidense se va debilitando cada vez más. Está siendo rechazada por un número cada vez mayor de países, sometidos a las sanciones de Washington y cansados de la política de la Casa Blanca.
En agosto de 2018, Trump duplicó los aranceles sobre las importaciones de acero turco, tras lo cual la lira se desplomó en más del 20% frente al dólar. Ankara se propuso "utilizar todos los medios y mecanismos" para aumentar la cantidad de transacciones internacionales en moneda nacional.
El año pasado, los rublos y las liras cubría el 22% del comercio entre Rusia y Turquía —el 21,1% correspondía a la moneda rusa—. Otro 12,9% de transacciones se realizaron por las partes en euros. Sin embargo, el 65% aún lo cubrían los dólares.
Se prevé que se ampliará el uso de las tarjetas rusas Mir en Turquía y que los bancos y las compañías turcas se conectarán al equivalente ruso de SWIFT, el Sistema de Transmisión de Mensajes Financieros.
Turquía no es el único país que contribuye a la reducción la dependencia del dólar aparte de Rusia. La participación de las monedas nacionales en las transacciones entre Rusia y China ya ha alcanzado el 17% y sigue creciendo. En los próximos cinco años, Moscú y Pekín prevén duplicar el volumen del comercio, de 100.000 millones de dólares anuales a 200.000 millones para 2024.
Todavía en 2015, el Gazprom Neft nominó todas sus exportaciones de petróleo a China en yuanes. Y en agosto de este año, Rosneft anunció que dejaría de utilizar el dólar para contratos de exportación.
En septiembre, se acordó también activar pagos en moneda nacional con Irán.
💸Adiós al dólar: Irán y Rusia eliminan casi completamente la divisa en sus operaciones comerciales 👇https://t.co/cwFwZNCtSe pic.twitter.com/1S2I7Y2Akb
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 26 сентября 2019 г.
Y en julio, los bancos centrales de Rusia y la India firmaron un acuerdo sobre el pago con sus monedas nacionales de contratos de armas. Las armas son el principal producto de las exportaciones rusas a la India, que firmó contratos con Rusia para la entrega de los sistemas antiaéreos rusos S-400 Triumf. En septiembre se informó que el país hizo un "enorme" pedido de armamento a Rusia, por un monto de 14.500 millones de dólares.