"La medida es parte de la política de crueldad implementada por la administración Trump hacia la isla. Puede verse detrás de ella la mano de sus consejeros y "expertos", algunos de los cuales ya ni siquiera son parte de su administración" comentó a esta agencia la también profesora en el Departamento de Lenguas Modernas del Saint Josephs College, en Nueva York.
Esta medida fue anunciada inicialmente en abril pasado, por el exconsejero de Seguridad Nacional John Bolton, uno de los artífices de las más recientes sanciones contra Cuba y recientemente despedido de la Casa Blanca, junto a otras sanciones que incluyeron la restricción de viajes a la isla de ciudadanos estadounidenses, ratificadas el 6 de septiembre por el secretario del Tesoro de EEUU, Steven Mnuchin.
"Otros –subrayó la doctora Alfonso-, todavía lo son, y tal es el caso de Mauricio Claver-Carone; es un nombre que ningún cubano de cualquier latitud y época debe olvidar, pues es el arquitecto detrás de muchas de estas medidas que buscan asfixiar al cubano de a pie (…) Por años ha cabildeado en Washington para llevar el embargo hasta sus últimas consecuencias".
"Busca cumplir las promesas de campaña de Trump con respecto a Cuba, pero más que eso, llevar a cabo sus inhumanas fantasías con respecto a Cuba: causar hambre, penurias y necesidades para que el pueblo se lance a las calles", agregó Alfonso.
La nueva decisión de la OFAC excluye de ser beneficiarios de remesas a "funcionarios prohibidos del Gobierno", o "miembros prohibidos del Partido Comunista de Cuba", así como a familiares cercanos de los mismos.
La profesora del Saint Josephs College, en la Gran Manzana, insistió que, a la par que cierran la entrada de dinero a las familias, la abren para operaciones de cambio de régimen, a las cuales la actual administración dedicó más de 22 millones de dólares hasta la fecha.
"Es todo parte de un diseño macabro que busca socavar la dignidad no sólo del gobierno de Cuba, sino de todos los cubanos", enfatizó la doctora Alfonso.
Esta medida recién aplicada contra Cuba se une a las prohibiciones de viajes de ciudadanos estadounidenses y la entrada de cruceros a la isla, y las recientes sanciones contra empresas navieras que trasladan petróleo a la isla, calificadas por el Gobierno cubano como un recrudecimiento del bloqueo económico, comercial y financiero que desde 1962 EEUU impone a la Mayor de las Antillas.