Al igual que la Ciudad de México, Moscú enfrentó en su tiempo los peores problemas que acarrean los vehículos, entre ellos el insoportable tráfico, la contaminación del aire, o las aceras invadidas de coches. La batalla emprendida por las autoridades de la ciudad se desarrolló y sigue desarrollándose en una serie de direcciones.
Ahora casi todos los aparcamientos son de pago, habiendo una muy estricta legislación en lo concerniente a poseer y conducir un coche. Todas las irregularidades del tráfico son captadas por un sinnúmero de cámaras que vigilan las 24 horas del día.
Al mismo tiempo, hay un vertiginoso desarrollo del transporte público, tanto terrestre como subterráneo. Los tramos de carril-bus son ahora algo muy habitual, como también lo son los autobuses eléctricos. La red metropolitana a su vez no deja de establecer récords: el año pasado su longitud creció en 32 kilómetros, inaugurándose 17 nuevas estaciones. Y el ritmo va en aumento.
El programa de cooperación entre las dos capitales para el período 2020-2022 se firmará el próximo mes de diciembre, comunicó a Sputnik el ministro de Relaciones Internacionales del Gobierno de Moscú, Serguéi Cheriomin. Indicó que el documento también abarcará temas como seguridad ciudadana, salud y educación.