Los gases de efecto invernadero son los principales responsables del calentamiento global y, por ende, de que cada año el verano sea más intenso y el invierno menos característico. Entre los gases más tóxicos que contribuyen a este cambio se encuentran el óxido nitroso, el metano y el dióxido de carbono, el famoso CO2.
No obstante, una potencial solución podría estar en reducir la dependencia de automóviles privados para el transporte. En Estados Unidos, los automóviles generan aproximadamente el 20% de los gases de efecto invernadero de ese país y emiten unas 10,8 kilogramos de CO2 al aire por cada galón de gas consumido, de acuerdo con un estudio de la Universidad de Stanford.
Además, un vehículo privado promedio genera 430 gramos de CO2 por 1.609 metros, mientras que un tren ligero genera solo 163 gramos de CO2 por 1.609 metros, lo que representa un 62% menos.
¿Cuánto contamina una vaca?
El ganado, aunque no se considera como un contribuyente principal al calentamiento global, en realidad es un componente importante del problema. Debido a su forma de alimentación, las vacas son enormes fuentes de metano, uno de los gases de efecto invernadero más tóxicos a la atmósfera.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), las emisiones totales de la ganadería mundial equivalen a 7,1 gigatoneladas de dióxido de carbono por año. Esto representa el 14,5% de todas las emisiones globales de gases de efecto invernadero.
De hecho, el ganado vacuno contribuye con el 41% y el 20% de las emisiones de la producción total de gases de efecto invernadero de este sector. Le siguen la carne de cerdo con el 9% de las emisiones, la leche y carne de búfalo con el 8%, la carne de pollo y los huevos también con 8%, así como la leche y carne de pequeños rumiantes cuya producción representa un 6% de las emisiones.
De forma general, el 44% de las emisiones ganaderas son en forma de metano. El resto se comparte casi por igual entre el óxido nitroso con un 29% y el CO2, con el 27%.
Y aunque el CO2 es el gas de efecto invernadero más frecuente en la atmósfera, se estima que el metano es 26 veces más potente cuando se trata de calentamiento global. Esto quiere decir que, mientras pensamos que la contaminación de los autos y otros vehículos de transporte son el mal del mundo, dejamos de lado a una industria a la que contribuimos cada día con nuestros hábitos alimenticios.
Entonces, ¿qué opinas?. ¿Dejarías de comer carne para salvar el planeta o prefieres dejar de andar en auto?