Los elefantes querían cruzar un río en el parque nacional Khao Yai en el noreste de Tailandia. Aparentemente, el bebé de tres años fue arrastrado por la corriente y los otros intentaron salvarlo, pero también terminaron ahogados.
A un lado se encontraban otros dos elefantes, ya exhaustos por los intentos para salir de la trampa.
Los rescatistas los levantaron con cuerdas especiales, les dieron comida y luego fueron examinados por veterinarios.
Sin embargo, los dos rescatados, que son una madre y su bebé, podrían tener dificultades para sobrevivir, ya que los elefantes dependen de otros para protegerse y encontrar alimento, declaró Edwin Wiek, fundador de Wildlife Friends Foundation Thailand.
No es la primera vez que en la catarata Haew Narok, —la Cascada del Infierno en tailandés— mueren animales. En 1992, ocho elefantes fueron arrastrados por el agua y murieron.
En total, cerca de 300 elefantes habitan el parque junto con otros animales silvestres.