Las imágenes explícitas de esta índole han sido producidas y compartidas en la red durante mucho tiempo para satisfacer las obsesiones perversas de los adultos.
Estadística impactante
Los datos recogidos por el Centro Nacional para Niños Desaparecidos y Explotados revelaron que este tipo de contenido en la red ha crecido considerablemente en las últimas décadas. Si en 1998 se registraron tan solo 3.000 quejas de abuso sexual a los menores en imágenes, en el 2018 el número superó los 18,4 millones. Estos informes incluyeron más de 45 millones de fotos y vídeos.
Los smartphones, cámaras, redes sociales y almacenamiento en la nube son herramientas que han ayudado a multiplicar las imágenes con contenido explícito a un ritmo alarmante. Ahora, el contenido explícito con niños puede encontrarse en todos los rincones de la red, incluidas plataformas como Messenger de Facebook, Bing de Microsoft y el servicio de almacenamiento Dropbox.
Caso Facebook
Desde el punto de vista legal, las compañías tecnológicas de EEUU deben reportar cualquier hallazgo de imágenes prohibidas en sus plataformas, pero no tienen obligación de buscarlas. Tras años de no haber monitorizado el material en sus sitios web, varios gigantes tecnológicos estadounidenses como Facebook y Google empezaron a vigilar las actividades realizadas en sus plataformas para tratar de solucionar el problema.
Facebook anunció en marzo sus planes de encriptar Messenger, que fue responsable de casi 12 millones de quejas, es decir, de la mayor parte de reportes que se entregaron en todo el mundo el año pasado para denunciar materiales donde había abuso sexual a los menores.
Sin embargo, el plan de Facebook no hará nada más que aumentar el número de estas imágenes en los próximos años. Los datos recopilados por los periodistas del New York Times mostraron que su aplicación encriptada WhatsApp reporta menor número de casos abusivos que Messenger, que todavía no cuenta con esta tecnología.
Aunque el director ejecutivo de la empresa, Mark Zuckerberg, anunció sus planes de introducir encriptación en la plataforma, no descartó la posibilidad de que esta medida sea incapaz de poner coto al problema.
"La encriptación es una herramienta poderosa para la privacidad, que también incluye la privacidad de la gente para hacer cosas malas", aseveró.
Problema a nivel estatal
Los periodistas del medio estadounidense destacan que las tecnológicas no son las únicas que intentan parar la expansión del contenido pornográfico en sus plataformas. Las autoridades federales también se han esforzado en hacerlo en el pasado.
El Congreso de EEUU aprobó una ley en 2008 que anticipó muchos problemas de hoy, pero el Gobierno federal no cumplió la mayor parte de sus recomendaciones, reveló la investigación realizada por el New York Times. El Departamento de Justicia publicó tan solo dos de los seis informes que fueron requeridos por la legislación con el fin de obtener datos suficientes acerca de crímenes cometidos contra menores y fijar metas para eliminarlos.
"La ley federal fue aprobada, pero no recibió financiación. De manera que quedó en papel mojado", comentó al medio Alicia Kozakiewicz, quien fue secuestrada por un hombre al que conoció en internet cuando cumplió 13 años.
Debbie Wasserman Schultz, autora de la ley y miembro del Partido Demócrata de Florida, comunicó que ignoraba cuántos fallos se han colado en su idea legislativa.
La deficiencia adicional que condujo a la expansión del material prohibido en la red está relacionada con el funcionamiento del Centro Nacional para Niños Desaparecidos y Explotados. Esta entidad revisa informes y se los entrega a las agencias federales, estatales y locales encargadas de vigilar por el cumplimiento de la ley. Todo este tiempo, el centro ha utilizado tecnología obsoleta para ejercer sus funciones y ha tenido dificultades que no le permitían contar con buenos ingenieros en su plantilla.