Por un lado, se reconoce la celebración cada 29 de septiembre como el Día Nacional del Maíz; por otro, el fomento y la protección del maíz criollo. En el Senado, las propuestas recibieron una amplia mayoría de votos, por lo que ahora aguardan su aprobación en Diputados.
La senadora explicó que estos proyectos de ley son parte de una "estrategia que nos permita defendernos de la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC), que trae dentro de sus acuerdos la ratificación de UPOV91 (Unión para la Protección de Unidades Vegetales, en español)".
¿Qué peligro representa el TMEC para el maíz mexicano?
El nuevo acuerdo comercial para América del Norte obliga a México a cambiar la legislación que rige el uso de sus semillas. En ese sentido, abre la puerta a los transgénicos y al pago de regalías y patente a 'las hermanas', las cuatro multinacionales que controlan el negocio.
El Tratado que fue ratificado por el Congreso mexicano no contó con el voto favorable de Rivera, ni de las senadoras Nestora Salgado y Jesusa Rodríguez. Las tres integran el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), partido que llevó al Gobierno a Andrés Manuel López Obrador (AMLO). El senador independiente Emilio Álvarez Icaza tampoco votó a favor del TMEC en junio pasado.
El capítulo 18 del Tratado está referido a la propiedad intelectual y obliga a México a incorporarse a la UPOV 91, así como al Tratado de Budapest, que regula virus, enzimas y hongos.
"Estamos acogiéndonos a dos tratados internacionales y al derecho humano a la biodiversidad para que se permita a los pueblos poner candados de precaución ante la posibilidad de contaminación genética o del germoplasma de sus alimentos, vegetales y su vida diversa", dijo Rivera.
¿Cómo pretenden defender al maíz criollo con esta ley?
De acuerdo a Rivera, con esta ley "estamos preparándonos para litigios futuros", ya que entre las cláusulas contenidas en el TMEC y ya aprobados por el Congreso mexicano, se establece que entrará en vigor el primer día del segundo mes en el que todos los países miembros lo hayan ratificado. Estados Unidos y Canadá aún no lo han hecho, por lo que aún existe una ventana de oportunidad importante: "cuando estos países lo ratifiquen, ya no se podrá votar nada que vaya en contra del mismo", explicó la senadora.
La ley se ampara en el artículo 4 de la Constitución mexicana para declarar el derecho a la alimentación sana y a la biodiversidad de la semilla como derechos humanos. "Esta declaratoria nos permite que la biotecnología que se vaya aprobando tenga límites", completó.
"No estamos en contra de que las empresas puedan registrar propiedad intelectual sobre mejoras genéticas, de organismos vivos, plantas y células siempre y cuando no contaminen la biodiversidad del maíz mexicano ni se ponga en riesgo la salud de sus ciudadanos", sostuvo Rivera.
Asimismo, explicó que otro posible ámbito de conflicto con el TMEC es la dedicación de fondos públicos en apoyo al campo y a la producción local, en un contexto actual en que México importa 17 millones de toneladas de maíz al año.
En ese sentido, el proyecto de ley que aguarda votación en Diputados establece que los campesinos y las comunidades indígenas tendrán derecho a crear sus fondos o bancos de semillas comunitarios, conforme sus leyes, usos y costumbres; así como la creación de un Consejo Nacional del Maíz, del que tendrá participación la sociedad civil.