"Yuri Knórozov comenzó a estudiar la escritura maya cuando era estudiante, durante la Gran Guerra Patria. No podía abandonar el país porque durante algún tiempo permaneció en el territorio ocupado por el enemigo, se le negó la entrada a la maestría y fue allanado por los agentes de la KGB, que trataron de apoderarse de su descubrimiento", comentó a Sputnik Galina Ershova, profesora de la Universidad Estatal Rusa de Humanidades y directora del Centro Estudios Mesoamericanos Yuri Knórozov.
Knórozov consideró necesario unir a la gente para un propósito común. Tenía un objetivo en mente: la ciencia, y para eso vivía.
"Entendía que no tendría tiempo para poner en práctica todas sus ideas hasta el final. Buscó y persuadió a gente para que empezara a trabajar en una u otra dirección", afirmó.
Asimismo, Knórozov creía que una persona debe usar su propio intelecto para entender las cosas y no entrar por la puerta abierta por la experiencia de otro.
"Se preguntaba '¿para qué ir a correr alrededor de las pirámides? Puedo resolver su acertijo sin necesidad de viajar'. Y así fue", contó Ershova.
"La lealtad es una cualidad muy importante, así como la fidelidad a los amigos, a los profesores y a sus opiniones", afirmó Andréi Fúrsenko, asesor del presidente de Rusia, en la presentación del libro.
"El descubrimiento de Knórozov llevó gloria no solo a él personalmente, sino a Rusia", señaló al destacar que la cultura a veces juega un papel más importante que la economía o la política porque estratégicamente es más prolongada.
Tras la presentación del libro en la Universidad Estatal de Humanidades se le entregó el doctor honoris causa al arqueólogo mexicano Alfredo Barrera Rubio, quien expresó la felicidad por el reconocimiento a su trayectoria como investigador de la cultura maya.
La biografía de Yuri Knórozov será editada también en español y saldrá a la luz en México en 2020.