La hipersexualidad, o aumento de la atracción sexual, la padece entre el 3% y el 6% de la población mundial. Se caracteriza por pensamientos intrusivos sobre sexo, actos sexuales compulsivos y comportamiento sexual irresponsable. Aunque muchos autores no definen la hipersexualidad como una enfermedad, está incluida en la actual Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11).
En el estudio participaron 60 personas con trastorno hipersexual y 33 sujetos sanos. Se estudiaron las regularidades de la metilación del ADN que es la modificación sin cambios en la secuencia de nucleótidos y que consiste en adición de los grupos metilo a uno de los nucleótidos del ADN.
La metilación del ADN es esencial para el desarrollo normal, se asocia con una serie de procesos clave en el organismo y juega un papel importante en la regulación genética.
Los datos obtenidos fueron comparados con los de 107 personas que registraban una relación entre la metilación del ADN y dependencia del alcohol.
La oxitocina desempeña un papel clave en la regulación de la conducta social y la reproducción sexual. La alteración de su producción causa el desarrollo de las adicciones.
Estudios anteriores han demostrado que las personas que padecen de alcoholismo y que son hipersexuales sufren la metilación de las mismas partes de ADN. Por lo tanto, los mismos mecanismos pueden causar la formación de diferentes adicciones.
Uno de los autores del estudio, Jussi Jokinen, afirmó que se necesitan más investigaciones para estudiar el papel del miR-4456 y la oxitocina en el desarrollo del trastorno hipersexual.
Sin embargo, "los resultados sugieren que podría valer la pena examinar los beneficios de los fármacos y la psicoterapia para reducir la actividad de la oxitocina", dijo Jokinen de la Universidad de Umea, en Suecia.
Los resultados del estudio se publicaron en la revista Epigenetics.