Antes y más fuerte de lo previsto: así están llegando los efectos del cambio climático a nuestro planeta. Uno de los motivos es que, a pesar de conocer las devastadoras consecuencias de las emisiones de dióxido de carbono (CO2), el mundo sigue apostando por fuentes de combustibles fósiles. En 2018 las emisiones crecieron un 2% y alcanzaron un récord de 37.000 millones de toneladas, según información de la ONU (Naciones Unidas).
Sin embargo, no siempre se los tiene en cuenta cuando se discuten acuerdos internacionales para abordar el problema del calentamiento global. En la COP 25, que se desarrollará en diciembre en Chile —un país altamente vulnerable al cambio climático—, los bosques no están en la agenda.
Chile tiene "compromisos modestos" en la estrategia global de combate al cambio climático, dijo a Sputnik José Antonio Prado, jefe de la Unidad Cambio Climático y Servicios Ambientales de la Corporación Nacional Forestal (Conaf) de Chile.
"Nosotros tenemos una sequía de prácticamente 10 años, un aumento notable de temperatura, lo que hace que las condiciones en Chile estén mucho más complicadas. (...) Debemos aumentar la ambición [de lucha contra el cambio climático] a través de acciones relacionadas a la actividad forestal", aseguró.
Chile tiene el objetivo de llegar a 2050 siendo "carbono neutral", y a 2030 reducir en un 30% las emisiones. Sin embargo, no cuenta actualmente con un instrumento que permita consolidar y aumentar las capturas de CO2.
En la actualidad, los bosques de Chile cubren una superficie de 17,6 millones de hectáreas (23,2% de la superficie del territorio nacional); otros 3 millones de hectáreas de suelos que alguna vez estuvieron cubiertas de bosques están hoy en proceso de erosión. Chile se comprometió a la recuperación y manejo sustentable de 100.000 hectáreas y a forestar 100.000 más, en su mayoría con bosque nativo. Sin embargo, al ritmo actual sólo se plantarán unas 14.000, con lo cual los resultados serán ínfimos.
@mfernandasali expone ahora sobre el rol de los bosques nativos para enfrentar la #EmergenciaClimaticayEcológica y el daño que producen la plantaciones forestales. pic.twitter.com/bpodDfvUk2
— ONG FIMA (@FIMA_Chile) August 23, 2019
Además, la doctora en Ciencias Fernanda Salinas, investigadora asociada de la organización ambientalista chilena FIMA, señaló a Sputnik que la cantidad de carbono almacenada en plantaciones, ya sean de especies nativas o exóticas al lugar, representan un 28% menos que los bosques nativos.
Según el jefe de la Conaf, la expiración del fomento forestal en 2012 significó la caída de la forestación, a lo que se suma la pérdida de superficie forestal por incendios. Según datos proporcionados por el director de la Conaf, José Manuel Rebolledo, hoy se está forestando menos de 1.200 hectáreas al año y perdiendo por incendios más de 70.000 hectáreas anuales. Entre 2016 y 2017 los incendios forestales quemaron 570.198 hectáreas.
Por el contrario, Salinas considera que "sin duda lo que tenemos que permitir y fomentar es la conservación y expansión de los bosques nativos y manejarlos de manera sustentable". La experta en bosques advirtió que las plantaciones forestales comerciales de pino y eucaliptus, por ejemplo, repercuten directamente en la disponibilidad hídrica, disminuyen la disponibilidad del agua, mientras que el bosque nativo las incrementa.
Además, señaló que:
- promueven la propagación y severidad de incendios;
- favorecen la erosión de suelo y sedimentación en cursos de agua;
- pueden significar pérdidas de biodiversidad; y
- son susceptibles a plagas.
Salinas también hizo hincapié en que las plantaciones comerciales de pino y eucaliptus (utilizadas en Chile) no son efectivas para mitigar el cambio climático, ya que están sujetas a ciclos cortos de rotación, por lo que no fijan el carbono en el largo plazo.
Cuando las autoridades no toman las acciones necesarias, la ciudadanía se empodera para actuar por el clima! https://t.co/MXsUwycBPi
— Fernanda Salinas (@mfernandasali) September 22, 2019
Por el contrario, aseguró que los bosques nativos ofrecen "servicios ecosistémicos":
- proveen de agua pura y regulan el ciclo hidrológico;
- regulan el clima y almacenan carbono;
- protegen la biodiversidad y proveen múltiples bienes;
- son ecosistemas resilientes;
- protegen los suelos de la erosión;
- son parte de nuestra identidad y cultura;
- belleza escénica.
Salinas considera que Chile no tiene una "política clara y contundente" para proteger a los bosques nativos, que hoy representan el 81,6% de los bosques del país.
"El bosque nativo se sigue perdiendo para transformarlo en plantaciones forestales, se va degradando por la corta, a veces legal o ilegal, y también se lo va transformando en terrenos agrícolas", alertó la doctora.
"Prado sostiene que la única forma por la cual Chile podría llegar a mitigar las emisiones de dióxido de carbono que son necesarias es a través de esas plantaciones, como las de pino. Por supuesto que no estamos de acuerdo", resumió.