"Se trata de la mayor operación para repatriar a los ciudadanos en tiempos de paz, por supuesto, habrá interrupciones en este proceso; nuestra prioridad es trasladar a los ciudadanos a casa de forma segura, estamos agradecidos a todas las estructuras que ayudan a los turistas afectados", dijo Shapps en el Parlamento.
Según Shapps, el Gabinete de Ministros también considerará medidas para apoyar a los empleados del turoperador quebrado.
"Es una situación extremadamente difícil para todos los involucrados, pero el Gobierno ayudará a todos los afectados", aseguró el ministro.
En respuesta a Shapps, el ministro de Transporte en la sombra, Andy McDonald, acusó al Gobierno de haber permitido la quiebra de la empresa.
"El Gobierno no hizo nada para evitar la quiebra de Thomas Cook, el Gobierno no hizo nada para proteger a sus propios ciudadanos", insistió McDonald.
El grupo británico Thomas Cook, el segundo turoperador global y el más antiguo del mundo, entró en bancarrota el 23 de septiembre tras fracasar las negociaciones con sus acreedores, dejando a cientos de miles de turistas varados en el extranjero, la mayoría ciudadanos del Reino Unido.