El Estado de Israel repite por primera vez en su historia unos comicios generales después de que el primer ministro en funciones, Benjamín Netanyahu, no pudiera formar gobierno tras los que hubo el pasado 9 de abril y optara por convocar otra cita electoral.
Para estas elecciones, las que escogerán la Knéset (Parlamento) número 22, se registraron 32 listas electorales, pero finalmente concurren 31 porque el partido homófobo Noam se retiró a última hora.
El electorado israelí —79% judío, 16% árabe y 5% de otras comunidades— tiene tiempo para acudir a las urnas hasta las 10 de la noche (las 19.00 GMT), cuando cerrarán los colegios electorales en una jornada que por ley es festiva.
Tras el cierre de centros de votación se publicarán las proyecciones de resultados, según los sondeos a pie de urna, pero los resultados reales se irán conociendo lentamente a medida que se produzca el escrutinio.
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— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) September 16, 2019
Las principales fuerzas políticas que se presentan a estas elecciones son el Likud, líder de la derecha, encabezado por Netanyahu, y la coalición Kahol Lavan (Azul y Blanco), liderada por el exgeneral Benny Gantz.
Esta alianza se define como centrista pero acoge a figuras de un amplio espectro político, entre ellas al centrista exministro de Finanzas Yair Lapid, cabeza del partido Hay Futuro.
Participación y movilizaciones ciudadanas
A pesar del miedo manifestado por los partidos políticos israelíes a que hubiera una baja participación en las elecciones generales, los datos oficiales muestran que, de momento, es más alta que en los comicios del pasado abril.
A las 12 del mediodía (hora local) ya había votado el 26,8% del electorado, dos puntos más que el 9 de abril, según anunció el Comité Central Electoral en un comunicado.
A las 10 de la mañana había votado un 15% del electorado, frente al 12,9% que lo había hecho en abril a la misma hora. Esa cifra fue la más alta en ese momento del día desde 1984.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha alertado a sus simpatizantes de que se estaba registrando una alta afluencia a las urnas en las poblaciones árabes de Israel y en los bastiones de la izquierda.
Netanyahu, incluso ha cogido un megáfono para llamar la atención del público congregado en la estación central de autobuses de Tel Aviv y advertir que si no votan por él, ganará la izquierda.
Al líder del partido Hay Futuro, Yair Lapid, que integra la coalición Azul y Blanco, se le ha visto buscando el voto entre los bañistas de la playa en Tel Aviv.
Pronósticos de los sondeos
La mayoría de las encuestas pronostican un empate entre el Likud y Azul y Blanco a 30, 31 o 32 escaños o una victoria muy estrecha de uno de los dos.
Como tercera fuerza se dibuja la Lista Conjunta árabe, que obtendría entre 10 y 12 asientos en la Knéset (Parlamento israelí).
El partido de ultraderecha secular Israel Nuestro Hogar, del exministro de Defensa Avigdor Lieberman, obtendría entre siete y nueve diputados y podría tener la llave para que gobiernen unos u otros.
La formación Derecha, de la exministra de Justicia Ayelet Shaked, lograría entre siete y nueve escaños, los partidos religiosos Judaísmo Unido de la Torá y Shas, entre siete y ocho representantes.