Según relatan los medios locales, el hombre entró en el habitáculo del animal para volver a poner un bebedero que se volcó. En estos instantes el animal se abalanzó sobre el hombre, que afortunadamente no entró en pánico y se agarró por sus cuernos.
El hombre logró salir ileso del incidente, pero probablemente sus problemas no acabarán allí. La dirección del zoológico explicó a los medios que en estas semanas del año los ciervos están en celo y se prohíbe la entrada en sus recintos, puesto que están especialmente agresivos.
“Ahora los ciervos están en celo y a todos los empleados se les prohibió entrar en el recinto, pero uno de ellos vio que se cayó el bebedor, y por lo visto decidió mostrar su iniciativa. Abrió la verja, vio que el ciervo está lejos y decidió entrar. Y ocurrió lo que ocurrió”, dijo el director del zoológico.