Gao considera que el mayor objetivo de la Ruta de la Seda del siglo XXI es crear la mayor conectividad en el mundo para facilitar el comercio. Entre otros tipos de vínculos, la Iniciativa de la Franja y la Ruta preveía entablar la conexión financiera y energética entre distintos países. El experto opina que China apostó por la construcción de nuevas carreteras, vías ferroviarias y puertos porque precisamente estos objetos de infraestructura aceleran la circulación de mercancías a través de las fronteras.
Los beneficios también son para otros
Según Gao, hoy en día China está movilizando todos sus recursos de 31 provincias, regiones autónomas y municipalidades y los invierte en el desarrollo de la Iniciativa de la Franja y la Ruta.
Otro fruto de la iniciativa fue la autopista de alta calidad en Etiopía que atraviesa un territorio vasto del país africano, extendiéndose entre Addis Abeba y el Estado vecino, Yibuti.
En total, más de 100 países se sumaron a los proyectos realizados en el marco de la Iniciativa de la Franja y la Ruta. Cada Estado tiene diferentes bienes que busca exportar. Algunos países, como República Checa y Eslovaquia en Europa Oriental suministran bienes industriales, mientras que otros exportan más materias primas, energía o productos agropecuarios.
Por su parte los Estados europeos como Grecia, que vivieron dificultades financieras hace varios años, e Italia, que sufre percances económicos ahora, podrían estar interesados en recibir las inversiones chinas, consideran distintos expertos entrevistados por la cadena rusa RT.
A su vez, el politólogo de Hong Kong Joseph Cheng señaló a Pakistán como uno de los mayores beneficiarios asiáticos de la cooperación con China.
¿Qué ventaja recibe China?
Como resultado de la crisis económica del 2008 China lanzó muchos programas de inversión que contribuyeron a la formación de capacidades sobrantes en ciertas industrias como la de acero, hormigón y etc. Ahora, a Pekín le gustaría aprovecharse del exceso de estas capacidades, sus reservas de divisas, así como la tecnología y las experiencias alcanzadas en proyectos dedicados al desarrollo de infraestructura.
"China tiene reservas sustanciales en divisas extranjeras que rondan unos 3,1 billones de dólares. Una parte de estos activos fueron invertidos en bonos del Departamento del Tesoro de EEUU que no han sido muy productivos, desde el punto de vista de China", señaló Joseph Cheng.