"La reunificación de Irlanda nunca ha estado tan palpable como ahora y la causa es la insensatez del Brexit", señaló en una entrevista tras la proyección de su documental, 'Bobby Sands: 66 días', en el cine Curzon-Bloomsbury de Londres.
Fue el primero de 10 republicanos que perdieron la vida en la cárcel de Maze, a las afueras de Belfast, reivindicando al Gobierno de Margaret Thatcher sus derechos como "presos políticos".
El acto de martirio marcó, según Byrne, un hito en la historia de Irlanda tan trascendental como la rebelión de 1916, que desembocó en la independencia del Imperio británico y la partición de la isla.
"Cambió el curso de la historia irlandesa, fue el momento en que el republicanismo dijo "no vamos a ser ciudadanos de segunda clase en nuestro país, creemos en nuestro derecho a la autodeterminación, queremos formar parte de una Irlanda unida y mantendremos la lucha en prisión", explicó el realizador.
Sands demostró que "se vence aguantando el dolor, no infligiendo dolor", según observa en el documental Fintan O'Toole, periodista del Irish Times y autor de 'Heroic Failure: Brexit and the Politics of Pain' (Fracaso heroico: Brexit y la política del dolor).
"Una frontera en Irlanda no es bueno, puede generar violencia de nuevo", señaló Byrne respecto a las consecuencias del Brexit duro, opción que no descarta el nuevo Gobierno británico.
El primer ministro, Boris Johnson, considera aún posible el acuerdo con Bruselas, pero mantiene su demanda de eliminar del Tratado de Retirada de la UE el mecanismo de seguridad o "backstop" formulado para evitar controles aduaneros en la frontera entre Irlanda del Norte y la República.
"No creo que Johnson comprende realmente la historia de Irlanda, las décadas de conflicto no han debido afectar mucho su vida porque, de lo contrario, tendría una perspectiva más inteligente, más matizada y habría adoptado una posición distinta", declaró a Sputnik el director de Bobby Sands.
En Irlanda, hay cerca de 300 pasos en los 500 kilómetros de frontera irlandesa, aunque solo un puñado de los mismos estuvieron abiertos en las tres décadas de violencia sectaria.
Se estima que 3.1 millones de coches, 250.000 furgonetas y 170.000 camiones cruzan al mes la ahora frontera invisible.
Un Brexit abrupto, sin acuerdo entre Londres y Bruselas, forzará tarde o temprano la reinstalación de controles fronterizos, según admite el propio plan de contingencia del Gobierno británico.
Así, más de la mitad del electorado norirlandés, incluido uno de cada cinco unionistas, cree que la escisión de la UE "fortalece la causa de la reunificación", según una encuesta reciente.
El mismo sondeo de Lord Ashcroft, extesorero del Partido Conservador, indica que el 51% votaría hoy por la reunificación de la isla y el 49% apoyaría la continuidad dentro del Reino Unido, una vez descontados los indecisos y los que dicen que se abstendrían en un plebiscito.
"La gente del norte y del sur de Irlanda comienza por fin a pensar en términos de un posible futuro compartido e incluso los que profesan vinculación con Gran Bretaña se preguntan si eso será bueno o no", declaró Byrne a Sputnik.
Sinn Fein pidió este mes al Gobierno de Dublín que elabore un plan para la reunificación de Irlanda en los próximos años.