"Yo quiero pedir que vengan de donde vengan veedores, hasta de Estados Unidos, para que hagan seguimiento de quiénes son los antidemócratas en Bolivia, de dónde vienen, qué preparan, cómo atentan contra la democracia", dijo el gobernante en un discurso en la ciudad de Cochabamba (centro).
El ministro de Gobierno, Carlos Romero, informó por separado que la violencia en Santa Cruz se prolongó por seis horas y dejó una decena de heridos, entre ellos un niño en terapia intensiva por lesiones en la cabeza y varios policías con fracturas, además de al menos 50 activistas detenidos.
Morales dijo que quería "denunciar de manera personal, a nivel nacional e internacional, las agresiones de la derecha boliviana contra un movimiento político del pueblo boliviano (...), no quieren que el pueblo nuevamente triunfe en las elecciones nacionales".
Reiteró su denuncia de que el pasado 21 de agosto, en ocasión de un paro antigubernamental, varios comités cívicos habrían intentado infructuosamente comprometer a militares en retiro en un plan de golpe de Estado
"Como las Fuerzas Armadas no pueden sumarse al golpe de Estado usan grupos de jóvenes pagados (...), están provocándonos, pero no es eso solamente, ese hecho es como un inicio del golpismo", afirmó.
El primer brote de violencia electoral se había registrado el 11 de septiembre, cuando opositores incendiaron una oficina de campaña del MAS en la región productora de coca de Yungas, al norte de La Paz, en un incidente que dejó siete heridos y que el gobernante atribuyó también a la "conspiración contra la democracia".

El partido gobernante trataría de "generar confrontación en Santa Cruz con amenazas de cercos y otras provocaciones que buscan más violencia" para que la ciudadanía olvide el desastre de los incendios forestales que afectan a ese departamento, afirmó la alianza opositora en un comunicado.
Los incidentes del 12 de septiembre fueron comparados por dirigentes oficialistas con otra movilización de activistas cívicos de fines del año pasado que devino en la quema del edificio del Tribunal Electoral de Santa Cruz.
Según todas las encuestas de intención de voto publicadas en el último mes, Morales es favorito para ganar las elecciones del 20 de octubre, con gran probabilidad de que logre el mínimo de 40% de sufragios válidos para evitar una segunda vuelta.