"Quiero hacerles una petición muy especial, que también dirijo a la sociedad civil y a todas las instituciones: protejan la democracia brasileña, tan arduamente erguida, en caminos de avances y retrocesos, pero siempre bajo el norte de que es el mejor modelo para construir una sociedad de más elevado desarrollo humano", dijo.
También solicitó de forma específica a los jueces del Supremo Tribunal, el máximo órgano judicial del país, que no bajen la guardia ante los ataques a la democracia brasileña, aunque no citó ningún hecho concreto.
Dodge recordó que tanto el Supremo como el Ministerio Público tienen mucha responsabilidad para accionar el sistema de frenos y contrapesos, hacer que se respete la Constitución y proteger el derecho y la seguridad de las minorías.
La fiscal general remarcó que si el esfuerzo del siglo XX fue levantar la democracia liberal, el esfuerzo de este siglo XXI es "evitar que muera".
El mandato de la procuradora expira el próximo 17 de septiembre.
Dodge será sucedida en el cargo por el subprocurador general de la República Augusto Aras, que se define como cristiano y conservador y que la oposición considera muy cercano al presidente, quien fue el que lo nombró.
Su nombramiento causó polémica, ya que Bolsonaro lo eligió a pesar de que no estaba entre los tres preferidos por los integrantes del Ministerio Público, una tradición no escrita que funcionaba desde el año 2003.