Anteriormente, el Ministerio de Asuntos Exteriores británico acusó a Irán de violar sus obligaciones de no suministrar petróleo a Siria, y el embajador iraní fue convocado al Foreign Office el 10 de septiembre.
El diplomático iraní también señaló que la detención del petrolero en julio fue ilegal, subrayando que las sanciones de la UE no se aplican a terceros países.
El petrolero Grace 1, reabanderado como buque iraní bajo el nombre Adrian Darya, zarpó el 18 de agosto de Gibraltar tras haber permanecido más de un mes bajo arresto ante la sospecha de que transportaba crudo para una refinería de Siria, sujeta a las sanciones de la Unión Europea.
Una corte de EEUU emitió en la misma fecha una orden de confiscación del Grace 1 alegando supuestas violaciones de la ley de facultades económicas en casos de emergencia internacional (IEEPA, en inglés), así como de los estatutos de fraude bancario, lavado de dinero y decomiso por terrorismo.
El representante especial de EEUU para Irán, Brian Hook, dijo más tarde que el Departamento de Justicia estadounidense colabora con varios países para ver si puede tomar posesión del buque.
Mientras el barco iraní aún permanecía en Gibraltar, la Guardia Revolucionaria de Irán apresó en el estrecho de Ormuz el petrolero británico Stena Impero, en aparente represalia, aunque oficialmente se alegó una presunta violación de las normas de navegación internacionales.