De acuerdo con el Ministerio de Sanidad gazatí, desde que comenzó la Gran Marcha del Retorno, para pedir el regreso de los refugiados palestinos a sus tierras y el fin del bloqueo israelí sobre Gaza, más de 300 palestinos fallecieron a manos del Ejército israelí y más de 17.000 resultaron heridos.
Al intervenir en la apertura de la 42 sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra, Bachelet comunicó que "desde el 22 de marzo de 2019, 13 palestinos, incluidos cinco menores, fueron asesinados".
"Estos 13 muertos desde el 22 de marzo, se suman al fallecimiento de 189 palestinos en los 12 meses anteriores, entre ellos 38 menores", dijo.
El número de palestinos heridos por munición real en las protestas desde el 22 de marzo pasado, apuntó, se sitúa en 859.
La alta comisionada constató que desde marzo pasado también resultaron heridos más de 45 médicos que atendían a las víctimas durante las manifestaciones.
"Durante el mismo período, 30 periodistas que cubrían las protestas sufrieron heridas causadas por las fuerzas de seguridad israelíes", señaló.
Según los datos de la oficina de Bachelet, en la mayoría de los casos "no se encontró indicio alguno de que los manifestantes —incluidos los menores que fueron asesinados o resultaron heridos por balas reales— representaran amenaza inminente de muerte o herida grave para los soldados israelíes ni para ninguna otra persona".
La alta comisionada apuntó que, de acuerdo con la legislación internacional, "la fuerza letal puede ser usada solo en situaciones de última instancia, en particular para responder a amenaza inminente de muerte o herida grave".
Bachelet expresó su preocupación por que "muchos menores continúen llegando todos los viernes a la valla [fronteriza entre Gaza e Israel], donde están expuestos a niveles inadmisibles de violencia".
"Mientras Israel es el principal responsable por cualquier fallecimiento o herida de esos menores, parece que los organizadores de las manifestaciones y las autoridades de Gaza hacen pocos esfuerzos para impedir que los menores lleguen a los lugares de protestas. Los menores jamás deben ser objeto de violencia pero tampoco pueden ser puestos en riesgo de sufrir violencia o alentados a participar en violencia", apuntó.