Perth originalmente votó en contra de la independencia escocesa en el 2014 cuando Westminster concedió al pueblo de Escocia la oportunidad de votar sobre el futuro de su país.
Entre las banderas azules y blancas, símbolo asociado desde hace mucho tiempo al nacionalismo escocés, también ondeaban banderas catalanas como forma de rendir homenaje a las manifestaciones de autodeterminación nacional en todo el mundo.
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— Sputnik (@SputnikInt) September 7, 2019
"Quiero una mejor calidad de vida para mí y para mis hijos"
En la demostración había eslóganes que atacaban al actual primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, y la perspectiva de un 'No Deal Brexit' (Brexit duro sin acuerdo con la UE) que promete el político conservador.
Los manifestantes independentistas afirmaban que las preocupaciones por el futuro de la próxima generación eran la razón principal por la que estaban en las calles.
"Hemos pasado por momentos difíciles últimamente, al igual que muchas otras personas en Escocia. Quiero una mejor calidad de vida para mí y para mis hijos a medida que avancemos hacia el futuro", dijo John, un manifestante que no quiso revelar apellido, a Sputnik.
"Me mudé de Londres el año pasado después de 20 años de ausencia. Originalmente no pude encontrar trabajo en Escocia, pero he regresado para luchar por mi futuro y el futuro de mis hijos", comentó otra manifestante de nombre Linda.
A pesar de una amplia participación de los manifestantes, la cobertura de los principales medios de comunicación, como la BBC, fue mínima.
No todos están de acuerdo
Otra protesta fue organizada junto a los manifestantes independentistas por una organización pro-sindicalista llamada 'A Force for Good' ('Una fuerza para el bien'). Sus participantes se expresaron contra el ascenso del nacionalismo escocés y las recientes manifestaciones independentistas en las ciudades de Ayr y Aberdeen. A pesar de la política polarizada de los grupos, ambas protestas fueron pacíficas y sin conflictos entre los grupos rivales.
Según los datos de encuestas recientes, el apoyo a la independencia escocesa está en su punto más alto. La ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, está en conversaciones con el partido Laborista británico para bloquear los planes de Boris Johnson de celebrar unas elecciones generales antes de la próxima cumbre de la UE el 17 de octubre.
Johnson ha declarado repetidamente que está en contra de la idea de un segundo referéndum sobre la soberanía de Escocia creyendo que el Reino Unido debe permanecer unido política, económica y culturalmente, opinión que comparte la mayoría del partido Conservador.
Sin embargo, con los laboristas las cosas no están tan claras. En agosto, el líder de la oposición, Jeremy Corbyn, volvió a encender las esperanzas de los nacionalistas escoceses mientras hablaba en la ciudad escocesa de Dunfermline. El líder laborista dijo que no permitiría un referéndum de independencia escocés "en los años formativos" de un Gobierno laborista, pero afirmó que no bloquearía una nueva votación en una fecha futura si hubiera un mandato "legítimo y nuevo" para ello.