No hay otra manera, según el ex marine, de sobrevivir a un evento que amenace la seguridad de un individuo.
En la actual coyuntura venezolana, el presidente Nicolás Maduro, ha ordenado al Ministerio de Defensa en pleno, en especial al Comando Estratégico operacional, "elevar el nivel a alerta naranja" ante un posible ataque al territorio nacional por parte de Colombia.
Aunque los protocolos específicos que se corresponden con este nivel, sean confidenciales o restringidos, es posible avizorar las acciones que se corresponde a un estado que podríamos considerar de pre-bélico y abrir el debate en torno a cómo plantear una defensa integral de la nación.
Declaré Alerta Naranja ante las amenazas de agresión desde el territorio colombiano contra Venezuela. Asimismo, del #10Sep al #28Sep realizaremos los Ejercicios Militares “Soberanía y Paz”, que se desplegarán en toda la frontera occidental del país. ¡Defenderemos la Paz! pic.twitter.com/Tt32A1DM76
— Nicolás Maduro (@NicolasMaduro) September 4, 2019
Construir la Zona Temporalmente Autónoma
Estados Unidos aprendió de su fatal experiencia en Vietnam, importantes lecciones sobre el tipo de guerras que se lucharían en el futuro. En vez de satanizar la guerra de guerrillas y el combate asimétrico, los metabolizó y convirtió en parte de su doctrina militar, en especial, con la conocida guerra de cuarta generación.
✒️ FIRMAS por José Negrón Valera
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) August 31, 2019
📎🎥 ¿Por qué Venezuela (o cualquier otro país) debe evitar parecerse a Estados Unidos?
👉🌐https://t.co/ksdNHVtcN9
#⃣ #Venezuela #EEUU pic.twitter.com/jATSsrLO4b
Luego, bajo el gran paraguas de la estrategia no convencional, el teniente coronel de la marina Frank Hoffman, impulsó la noción de Guerra Híbrida para definir "...guerras polimorfas por su naturaleza…" que pueden ser conducidas y peleadas tanto por los Estados, así como por "una variedad de actores no estatales, que incorporan una variedad de modos de guerra diferentes, incluyendo capacidades convencionales, tácticas y formaciones irregulares, actos terroristas incluyendo coerción, violencia indiscriminada y desorden criminal. Estas actividades multimodales pueden ser conducidas por unidades separadas o aún por la misma, pero son dirigidas operacional y tácticamente dentro del mismo campo de batalla para lograr los efectos sinérgicos en todos los niveles de la guerra...", resalta el militar estadounidense.
Las guerras ya no se declararían y tampoco se desarrollarían siguiendo "un patrón habitual". Los métodos y tácticas no militares, además, serían más importantes que las propias armas, añade el militar ruso.
Hoffman ha declarado que el objetivo de una guerra híbrida sería avanzar en "la desintegración social interna y el quiebre de la voluntad política del adversario". No es una estrategia militar propiamente dicha, sino sociopolítica.
Es por esta razón que tomamos del ensayista Hakim Bey su noción de Zona Temporalmente Autónoma, para aplicarla a los terrenos sinuosos de la guerra híbrida.
Aunque Bey utiliza el concepto como un alegato en favor de nuevas formas de relación humana y de organización social donde no medie el control social de las instituciones erigidas bajo el modelo del Estado-Nación, las características que ofrece son clarificadoras en cuanto a lo que puede ocurrir en los próximos meses en los más de 2 mil kilómetros de frontera común entre Venezuela y Colombia, y quién sabe si en la zona Sur (Guayana) y este (Esequibo) del país bolivariano.
La zona temporalmente autónoma define un espacio dónde los límites del poder establecido por el Estado se han difuminado. El relacionamiento de los individuos se establece a partir de pautas locales y de una expectativa de la vida que no obedece a reglas supra individuales, sino que son tejidas a partir de la coyuntura que se impone.
Para cualquiera que conozca la realidad de la frontera colombo venezolana, se le hará familiar estas consideraciones. La línea fronteriza no la determinan los Estados, sino las necesidades de las comunidades locales. Los colombianos pasan la frontera para atenderse en los hospitales gratuitos en Venezuela y muchos venezolanos cruzan para trabajar de manera temporal o hacer compras en Colombia. Se crean nuevas identidades fronterizas, donde es muy difícil para muchos decirse venezolanos o colombianos, simplemente se sienten como “gente de frontera” con posibilidades de ser y pensar de acuerdo a lógicas mucho menos dicotómicas que las que les impone la nacionalidad en uno u otro lado del territorio.
En la ZTA, convive el narco-paramilitarismo y las bandas criminales en lucha contra la guerrilla colombiana. La guerra planteada por Washington busca convertir dicho territorio en una zona desregulada, y por lo tanto correr la línea fronteriza desapareciendo la capacidad del Estado venezolano de actuar en dicho espacio. Pero el desplazamiento por la vía de hecho, de la línea territorial, intenta llevar el ataque contra la guerrilla hacia Venezuela. Una persecución en caliente, con esa excusa, es el falso positivo más probable. Obligaría a la FANB a pasar de alerta naranja, a roja. No es descartable que el inicio de hostilidades en la frontera con Colombia, derive en otras ZTA al sur (Guayana) y al este (Esequibo) de Venezuela.
Estudiar lo ocurrido en la frontera entre Ucrania y Rusia, especialmente en las zonas orientales de Donetsk y Lugansk, sería una tarea de primer orden para entender qué clase de conflicto se puede avecinar.
Tal y como lo consideramos en un artículo anterior, existen formas de balcanizar los países a través de la promoción de enclaves, que al multiplicarse terminan haciendo metástasis y sesionando amplios espacios de un territorio. En la hipótesis planteada por el Pentágono, puede que no esté previsto una intervención militar directa sobre Venezuela, sino un deterioro de las condiciones de vida en la frontera. Washington demostraría así que no solo está en capacidad de vulnerar la economía de Venezuela, sino su integridad territorial.
#EnVideo | La reveladora conversación entre Vanessa Neumann y Manuel Avendaño donde pretende que Guyana se quede con el territorio venezolano Esequibo #GuaidoEntregaElEsequibo#OfensivaComunalProductiva pic.twitter.com/F6bKVqMCdX
— VTV CANAL 8 (@VTVcanal8) September 5, 2019
Redes Híbridas de Información: Inteligencia social para la defensa territorial
El despliegue de los sistemas anti misilísticos decretado por el Presidente Maduro, sirve como un potente factor disuasivo para el caso de una agresión convencional. Los equipamientos rusos, ideales para la guerra electrónica en rangos mayores a los 300 kilómetros, como el Krasuja-4 y el Moskva-1, tienen capacidad de neutralizar "radares terrestres y de aviones, sistemas de autoguiado de bombas y misiles, crear interferencias en el funcionamiento de aviones no tripulados e incluso satélites espías", y además detectan y recopilan información "sobre las fuentes de ondas electromagnéticas de aviones, radares, dispositivos de autoguiado de misiles, transmisores de radio". Los S-300 completan la cúpula de hierro para la defensa de la nación suramericana.
Freddy Bernal, enviado especial de Miraflores para la zona fronteriza, relató hace algunos meses que la única manera en que logró atrapar al líder de los Rastrojos, fue a través de la utilización de una "estrategia de carácter social". Es decir, entendió, luego del análisis situacional in situ, que a la guerra híbrida se le derrota con acciones híbridas.
Venezuela avanza bien en este aspecto, posee una doctrina de defensa integral que es la "guerra popular prolongada o guerra de todo el pueblo" soportada en lo que se llama el Método Táctico de Resistencia Revolucionaria. Sin embargo, bastaría algo más. Posiblemente acompañar estas acciones con el despliegue de un conjunto de medidas para desarrollar la prospectiva o intuición estratégica de la amenaza, con el uso de la inteligencia social o como algunos expertos llaman "las redes híbridas de información multidimensional de amplio espectro".
Todos los organismos de seguridad, así como los ciudadanos del país, deben estar en alerta para detectar cualquier individuo y cualquier actividad que vaya en contra de la seguridad del Estado. Si la defensa territorial se hace con el despliegue de armamento, también debe existir la capacidad de análisis y prospectiva defensiva, una inteligencia colectiva o también podríamos llamarla, apoyándonos en la doctrina militar venezolana: “la inteligencia de todo el pueblo”.
Redes hibridas de amplio espectro que detecten posibles sabotajes, acciones terroristas, movimientos inusuales de actores considerados potencialmente perjudiciales. Podría ser una descripción perfecta para los llamados de la población a lograr una acción más eficiente por parte del Estado en la prestación de servicios públicos, en la mejora de salarios y en la protección de la calidad de vida de la población venezolana. Para un analista estratégico, para un Ministro de Defensa, para un jefe de Estado no debería haber diferencia. Son, en resumidas cuentas, lo mismo.