El 4 de septiembre Irán anunció que pone en marcha la tercera etapa del recorte de sus compromisos nucleares en respuesta la retirada de EEUU del Plan de Acción Integral Conjunto (PAIC, conocido como pacto nuclear) y la incapacidad de los socios europeos de cumplir con sus obligaciones.
"Llamamos a Irán a renunciar a cualquier actividad que no responda a sus compromisos en el marco del PAIC", dijo la portavoz del SEAE, Maja Kocijancic, en una rueda de prensa en Bruselas.
Señaló que la UE está preocupada por las declaraciones de Irán sobre el recorte de los compromisos asumidos.
Recordó que la UE sigue evaluando el apego de Teherán al acuerdo nuclear también a partir de los informes del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).
En julio de 2015, Irán y seis mediadores internacionales —Rusia, EEUU, Reino Unido, China, Francia y Alemania— firmaron el PAIC que estableció una serie de limitaciones al programa nuclear iraní para excluir su posible dimensión militar, a cambio del levantamiento de sanciones internacionales.
A pesar de que el OIEA confirmó que Teherán cumplía con el tratado, EEUU lo abandonó en mayo de 2018 acusando a Irán de seguir desarrollando armas nucleares, y restableció desde entonces varias baterías de sanciones contra la república islámica.
En particular, superó las reservas de 300 kilos de uranio enriquecido hasta el 3,67%, empezó a enriquecerlo a principios de julio pasado por encima de este límite, y anunció que seguirá reduciendo sus obligaciones progresivamente cada 60 días, a menos que otros firmantes del acuerdo hallen una solución diplomática para eludir las sanciones estadounidenses.
Al mismo tiempo, Teherán destaca que estas medidas son "reversibles".