No solo las personas sufrimos estrés, todos los animales lo viven, por ejemplo, al exponerse a depredadores. El trabajo liderado por los doctores en bioquímica Diego Rayes y María José De Rosa, y publicado en la revista Nature, estudió este elemento en la especie de gusanos Caenorhabditis elegans.
La elección de estos animales se debe a que son sencillos de cultivar en el laboratorio, fáciles de manipular genéticamente y de corta vida, por lo que los resultados se pueden observar rápidamente. Además, sus procesos moleculares y celulares se pueden extrapolar a los mamíferos, incluidos los seres humanos.
"Pudimos determinar que cuando el gusano está expuesto a un estrés agudo se libera tiramina, el análogo a nuestra adrenalina. Al activarse esta hormona se inhiben mecanismos citoprotectores porque lo que necesita el organismo en ese momento es un gran demanda de energía para pelear o huir", explicó De Rosa a Sputnik.
El problema se genera cuando el estrés agudo, en vez de ser algo puntual, se prolonga en el tiempo. Si esto sucede, el organismo no puede responder ante estresantes más habituales, como cambios de temperatura o falta de alimentos. Concretamente en los gusanos lo que hicieron fue activarles estrés agudo cada cinco o diez minutos, y observar qué sucedía.
"El animal presentó una vida mucho más corta, entonces pudimos dilucidar que molecularmente la tiramina es lo que hace que estos mecanismos se inhiban y se favorezca el desarrollo de enfermedades", agregó la investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET).
Este exceso de adrenalina está presente en aquellas personas que sufren estrés postraumático y reviven situaciones violentas en forma constante, aunque el peligro "ya haya pasado hace años". Por eso, haber encontrado el mecanismo molecular que lo explica permitirá futuras aplicaciones en la medicina.
"Estamos describiendo posibles blancos farmacológicos para tratar de regular estos componentes moleculares. Esto podría servir como tratamiento contra enfermedades neurodegenerativas o diabetes, que en personas con estrés agudo se desarrollan antes de lo normal", concluyó.