Los encuentros cercanos de las personas con las ballenas ocurren bastante a menudo: los cetáceos suben a la superficie al lado de los barcos de turistas o se acercan a los buzos.
Aunque los protagonistas de la mayoría de estos vídeos salen ilesos, están a solo unos metros de convertirse en el almuerzo de una ballena. ¿Pero qué pasaría si no hubieran tenido tanta suerte?
Resulta difícil imaginarse lo grande que es una ballena. ¡La ballena azul es el animal más grande del planeta!
Solo su lengua pesa lo mismo que un elefante, y en su boca pueden caber entre 400 y 500 personas, asegura el vídeo.
Sin embargo, la anatomía de la ballena azul hace casi imposible que trague a una persona. Pero un encuentro cercano con sus primos más pequeños, los cachalotes, sí que provoca preocupaciones.
Los autores del vídeo recuerdan una historia de 1891, de un tal James Bartley que fue tragado cuando una ballena atacó su barco. Pero lo recuperaron al día siguiente, cuando la tripulación encontró a la ballena, la mató y sacó a James inconsciente, pero vivo. Su cara y sus brazos estaban blanqueados y estaba ciego, efecto del ácido estomacal del cetáceo.
Sin embargo, con el paso de los años, la gente empezó a dudar de la veracidad de esta historia.
Los autores del vídeo decidieron comprobarlo científicamente y resultó que uno encontraría más obstáculos además del ácido estomacal:
- Lo primero de lo que tendría que preocuparse una persona tragada es de que la destrocen en pedazos los impresionantes dientes del cachalote. Cada uno mide unos 20 centímetros, lo que los autores del vídeo comparan con un cuchillo, y el cetáceo tiene entre 40 y 50.
- Si uno tiene la suerte de pasar ese obstáculo, luego empezaría el descenso por la garganta, donde le resultaría difícil respirar debido a la falta de oxígeno y al aumento del gas metano. Mientras tanto, el ácido clorhídrico comenzaría a devorar la piel.
- Luego la persona llegaría al primero y al más grande de los cuatro estómagos de la ballena, donde puede haber algo de luz de los calamares bioluminiscentes, comida favorita de los cachalotes. Después, el cuerpo pasaría por otros estómagos, cuyo ácido lo descompondría.
- Finalmente, el cachalote expulsaría un montón de huesos.
Es decir, no hay manera de que sobrevivas si te traga una ballena, concluyen los autores.
Pero por muy monstruosas que nos parezcan, las ballenas en realidad no tienen ningún interés en comerse a los humanos, agrega el vídeo al final.
