Hernández calificó la apertura de esta oficina como "histórica" y señaló que es "una extensión" de su embajada en Tel Aviv.
Para él, abrirla es "el reconocimiento de que Jerusalén es la capital de Israel", indicó, contradiciendo a la mayoría de países del mundo, que no reconocen a Jerusalén como capital israelí porque Israel ocupa la parte este de la ciudad, según la ley internacional.
"En esta oportunidad veo más relaciones de hermandad entre ambos estados", subrayó Hernández, "con la apertura de esta oficina tenemos una gran oportunidad para Honduras e Israel", dijo.
Israel no tiene embajada en Tegucigalpa, capital hondureña, y sus asuntos los lleva la legación diplomática israelí en Guatemala.
En su cuenta de Twitter, Hernández escribió que la apertura de la oficina en Jerusalén es "un día histórico" que "representará más inversiones y oportunidades para el pueblo hondureño".
Hoy es un día histórico para Honduras e Israel, inaugurando la Oficina de Comercio y Cooperación de Honduras en Jerusalén, esto representará más inversión y más oportunidades para el pueblo hondureño.
— Juan Orlando H. (@JuanOrlandoH) September 1, 2019
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El presidente de Honduras aterrizó ayer en Tel Aviv acompañado por su esposa, Ana García. Al llegar, cerca de la medianoche, declaró que la oficina comercial y de cooperación "va a cambiar la historia de Honduras y de Israel".
Hernández espera que, a partir de ahora, Israel se convierta en un "excelente socio" para mejorar las condiciones de vida de los hondureños, concretamente en agricultura y seguridad.
El líder hondureño mantuvo un encuentro con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, en su residencia oficial en Jerusalén.
Netanyahu acudió a la ceremonia de inauguración de la oficina con retraso, debido a los enfrentamientos entre el Ejército israelí y el grupo chií Hizbulá en la frontera entre Israel y el Líbano.
Antes de inaugurar la oficina, Hernández visitó el Muro de las Lamentaciones, un lugar sagrado para los judíos, en la Ciudad Vieja de Jerusalén, en territorio ocupado.
Según un comunicado de la Fundación Patrimonio del Muro Occidental, Hernández rezó en el muro "durante una hora", depositó, como es costumbre, un papel con una petición en el lugar y firmó el libro de visitas.
El mandatario agradeció a Dios que le haya permitido dirigir su país y escribió "gracias, Israel, nuestros hermanos, que mantienen y conservan esta ciudad santa".
Hernández deseó que la paz "se extienda entre las naciones" y acabó su escrito con un "Dios bendiga a Honduras".