"Según la serie de encuestas realizadas desde el inicio del Gobierno, los niveles de popularidad del presidente prácticamente no se han movido durante los últimos cuatro meses", en los que la aprobación ha oscilado entre 66 y 67%, indica el periódico especializado.
Pero la relación con el Gobierno de EEUU "se sigue viendo mal y no se registran avances", entre casi la mitad de los encuestados, indica el sondeo.
La relación con la Casa Blanca es considerada como "buena o muy buena" por una minoría que apenas subió un punto, de 24 a 25% en el último mes.
Acerca de la seguridad pública "la opinión predominante es negativa, de 44% en este mes", dice la encuesta.
Sin embargo, las percepciones respecto de las medidas para encarar los problemas de la seguridad van mejorando.
La proporción de opiniones positivas registró un alza por segundo mes consecutivo, después de la creación de una Guardia Nacional con predominio militar, pasando de "26 a 33% entre junio y julio, y a 37% en agosto", indica el resumen de resultados.
Entre esas políticas están la creación de una Guardia Nacional, con 62% de aceptación, las medidas de austeridad, con 57% de opiniones favorables, y las conferencias de prensa diarias y matutinas, que cuentan con un apoyo de 55%.
En contraste, acciones específicas de recortes presupuestales o la cancelación de programas sociales generan una mayoría de opiniones desfavorables.
El retiro de recursos a las guarderías infantiles, que se anunció al principio de la actual administración, cuenta con un rechazo de 61%; la cancelación del programa social Prospera es rechazada por el 64% de encuestados, y la cancelación del Seguro Popular alcanza un rechazo de 75%.
Desde 2008 el protocolo mexicano no contempla la asistencia del presidente al inicio del nuevo periodo de sesiones legislativas.