"Es alarmante que cada año se inviertan sumas exorbitantes en la industria de la guerra y se modernicen los arsenales nucleares existentes, en lugar de destinar esos recursos a fomentar la paz, combatir el hambre y la pobreza y a la implementación de la Agenda 2030 y sus ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible)", afirmó el ministro en su cuenta en la red social de Twitter.
El pasado 22 de agosto, la alta representante para Asuntos de Desarme de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Izumi Nakamitsu, alertó de la presencia de misiles balísticos en más de 20 naciones, lo que representa "una grave preocupación para la paz y la seguridad internacionales desde la Segunda Guerra Mundial".
Según el Instituto Internacional de Estudios para la Paz en Estocolmo, el gasto militar mundial en 2018 se calculó en 1,8 billones de dólares, un 2,6% más respecto al año anterior.
En contraste, según datos aportados por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), más de 1.000 millones de seres humanos viven con menos de un dólar por día, y 2.800 millones de personas —la mitad de la población mundial—, viven con menos de dos dólares diarios.
Las cifras del PNUD incluyen la existencia de 448 millones de niños que sufren de bajo peso, 876 millones de adultos son analfabetos, de ellos dos terceras partes mujeres, más de 1.000 millones de personas no tienen acceso al agua potable, y diariamente 30.000 niños menores de cinco años mueren de enfermedades que podrían haber sido evitadas.