En un discurso que denominó "primera respuesta a la agresión israelí", Nasralá cargó contra Israel, que anoche reconoció haber bombardeado objetivos iraníes para "frustrar un ataque iraní contra el norte de Israel".
Según Al Mayadin, el comandante de las Fuerzas de Movilización Popular Iraquíes murió en el ataque. Por su parte, la cadena de televisión Al Jazeera señaló que murieron seis personas en el ataque.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, afirmó mientras recorría el norte del país con altos mandos del Ejército que "cualquier Estado que permita el uso de su territorio para realizar ataques contra Israel tendrá las consecuencias". Netanyahu agregó que Israel "descubrirá cualquier intento iraní de atacarnos y cualquier intento de esconderse detrás de varias excusas".
No obstante, un alto comandante de la Guardia Revolucionaria negó que objetivos iraníes hubieran sido alcanzados en ataques aéreos israelíes en Siria, según informó la agencia de noticias semioficial iraní ILNA.
"Esto es mentira, no es verdad. Israel y Estados Unidos no tienen el poder para atacar los diversos objetivos de Irán, y nuestros centros de asesoramiento (militar) no han sido dañados", aseguró el general de la Guardia Revolucionaria Mohsen Rezaei, en declaraciones recogidas por ILNA.
Sin embargo, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), una organización siria opositora, dijo que dos agentes de Hizbulá y un iraní murieron en el ataque.
En previsión de posibles ataques de represalia, Israel desplegó sus defensas aéreas en el norte del país. Sin embargo, las autoridades no han emitido ninguna instrucción especial de seguridad para los residentes locales.